El edil rosarino Hernán Calatayud propuso que la comisión de Obras Públicas del Concejo Municipal controle las obras que Nación realiza en el Monumento a la Bandera. El legislador recordó que los trabajos de reparación del emblemático edificio rosarino comenzaron en 2015 y, en nueve años, sólo tuvieron un progreso del 32%.
Las obras en el Monumento a la Bandera se anunciaron el 20 de junio de 2015, ante el desgaste natural del revestimiento de mármol. Los trabajos de reparación incluyen revestimientos, limpieza general, tratamiento de fisuras, consolidación e impermeabilización, intervenciones sobre falencias constructivas en techo, piso y escalinatas de entrada y espacios interiores de la Torre, Patio Cívico y Atrio.
Calatayud señaló que en nueve años las obras tuvieron un avance que apenas superó el 30% y actualmente se encuentran paralizadas, por lo que propuso que la comisión de Obras Públicas del Concejo sea una observadora externa de los trabajos en el Monumento a la Bandera, hasta que los mismos terminen.
En caso de que la iniciativa avance, la comisión podrá pedir a la empresa adjudicada y ejecutora –que actualmente es DyScon– y al Estado Nacional información sobre la deuda general, los pagos cobrados, los avances de las obras y el gasto generado.
El concejal indicó que la información recabada será de carácter público y deberá estar “disponible en forma permanente y actualizada para todos los medios informativos o ciudadanos que la deseen disponer”.
Tras remarcar que la propuesta surgió ante “las reiteradas paralizaciones de las obras del Monumento a la Bandera”, el edil recordó que los trabajos se volvieron a suspender el 28 de febrero pasado y, desde entonces, hubo tratativas entre Gobierno provincial y nacional para retomarlas.
Finalmente, Calatayud señaló que las obras comenzaron y se interrumpieron en reiteradas oportunidades, mientras que la sociedad y las autoridades rosarinas no fueron notificadas sobre los avances de los trabajos ni sobre una posible fecha de finalización.
Por otro lado, advirtió que el obrador instalado en el ala noreste del Monumento “constituye un peligro para los transeúntes y conductores de vehículos, ya que obstaculiza la visión de quien circula, tanto por Avenida Belgrano como para quienes cruzan por la senda peatonal”.
Y cerró: “Dichol obrador y los anexos instalados significan un altísimo costo para las arcas de la Nación a diario, sin estar en uso y activándose ocasionalmente”.