Nuevamente, el gobierno de Javier Milei elige la represión como método de legitimación política, y lo manifiesta contra el sector poblacional más afectado por sus medidas económicas. En ese sentido, Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería nacional reprimieron ferozmente a un grupo de jubilados que se había concentrado en los alrededores del Congreso para exprezar su rechazo al veto del presidente a la nueva fórmula jubilatoria aprobada y también a la tremenda violencia manifestada anteriormente, hace una semana, expresada en su peor forma.
El brutal ataque de las fuerzas de seguridad se dio este miércoles, otra vez en inmediaciones de la Cámara de Diputados nacional. Palos, gas pimienta y camiones hidrantes fueron utilizados por parte del aparato represor oficial para violentar a los adultos mayores, que solamente reclamaban por sus derechos, visiblemente lesionados por parte de la gestión de La Libertad Avanza (LLA).
Al respecto, Milei no solo los violenta utilizando autoritariamente el poder del Estado, sino que los deshumaniza totalmente al recortarle medicamentos, ajustarlos salvajemente y también reduciendo las prestaciones por discapacidad. Un total y absoluto desprecio por los más vulnerables.
Por este lamentable hecho, al menos siete heridos fueron reportados. El penoso protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a ser ejecutado y utlizó como carne de cañón a los adultos mayores, en una práctica antidemocrática y dictatorial, condenando con sus acciones el legítimo derecho a la protesta, frente a una necesidad humana como es un haber digno.
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Comenzó una nueva represión a manifestantes por parte de fuerzas de seguridad oficial. Como respuesta, el cántico popular «La patria no se vende»
Vía @AldoBattisacco pic.twitter.com/UOFUTK7KAT
— Conclusión (@ConclusionRos) September 4, 2024
La concentración comenzó a las 15, mientras la tensión entre manifestantes y efectivos policiales fue en aumento. El Gobierno había desplegado un numeroso operativo policial en las inmediaciones del parlamento.
Los empujones a los manifestantes empezaron minutos antes de las 16 en Rivadavia y Combate de los Pozos. Unos instantes más tarde, los efectivos de las fuerzas de seguridad rociaron con gas lacrimógeno a los manifestantes.
Las calles cercanas al Palacio Legislativo estaban repletas de camionetas de las fuerzas de seguridad e, incluso, había un camión hidrante estacionado sobre la avenida Entre Ríos.
Con la intención de disuadir por completo la protesta, cerca de las 16.45 Gendarmería formó un cordón de efectivos y avanzó sobre la avenida Callao.
La semana pasada, los jubilados también fueron reprimidos cuando intentaron cortar la Avenida Rivadavia a la altura del Congreso.
De esta marcha participaban más de veinte agrupaciones de jubilados y una serie de organizaciones sociales como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
Cabe recordar que, por la mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, celebró el accionar represivo y lo minimizó al destacar que la gente «no tiene que tener miedo». Al ser cuestionado por el rol de los efectivos de seguridad durante las últimas manifestaciones contra el Gobierno nacional por el veto total a la suba de jubilados, Adorni respondió con ironía: «Lo que podemos hacer es pedirles por favor que se corran de la calle a ver si se corren, ¿eso es lo que plantea?».