El entrenador de Central, Miguel Russo, afirmó que el Canalla llegó a esta instancia «por mérito propio», le quitó dramatismo al encuentro ante el Calamar y sentenció: «La final van a ser 90 minutos bravos y esperemos que nos sea favorable».
En el predio Canalla de Arroyo Seco, Miguel dijo:
«Llegamos a este lugar por mérito propio, nadie nos regaló nada. La final van a ser 90 minutos bravos y esperemos que sean favorables a nosotros. Tratamos de llevarlo con mucha tranquilidad, mucha calma, sabiendo lo que hay».
«Tuvimos una semana normal, como corresponde, buscando lo mejor y sabiendo de que esto es así. Uno juega un partido definitorio como ya lo hemos hecho, pero lo que te cambia es que ahora podés coronarte campeón, con todo lo que ello significa.
«Estamos bien y no hay que buscar cosas raras. Nos toca competir como lo hicimos durante todo el año, con errores y virtudes, y llegamos a este lugar por mérito propio, nadie nos regaló nada”.
«Las sensaciones para nosotros son iguales en el primer partido y en este último. Para nosotros es lo de siempre, jugar y competir. Creo que es la mejor forma de encarar un partido definitorio”.
“Nadie llega a una final por nada, Platense tiene sus formas, sus maneras y lo respetamos como lo hicimos con todo el mundo. Así como competimos con Racing y con River lo vamos a hacer ahora, a nosotros no nos cambia nada. Lo que tenemos que entender es que cualquier equipo que llega a una final es porque tuvo los méritos necesarios como para lograrlo”.
«Nos caímos y nos levantamos muchas veces, porque aprendimos de nuestros propios errores y porque supimos manejar los partidos de distintas formas. La localía para nosotros fue muy importante y estamos en un lugar que ahora casi se olvidó, pero clasificamos directo a la Copa Libertadores y eso es un logro muy alto».
“Por suerte tuve la chance de jugar muchas finales, hasta una final del mundo. Y como lo sienten ellos yo también lo siento, porque no sólo vengo y entreno, sino que busco lo más alto siempre».
“Cada final que juego es algo nuevo, algo distinto y lo vivo con una sensación distinta. El hecho de haber jugador muchas finales te muestra que las sensaciones tienen que ser las mismas cada vez que entrás a una cancha, así ganes, empates o pierdas, pero forma parte de mi vida».
«Estamos hablando mucho con todos, ya sea en forma grupal como personal, pero es muy bueno que en este momento de sus vidas (por los juveniles) puedan llegar a este paso definitorio. En esto uno trabaja buscando lo mejor para todos”.
“Las formas a veces vienen del nivel de los jugadores y a veces a uno le gustaría jugar de muchas formas distintas, pero tenemos que acomodarnos a los jugadores que tenemos y ese es el mayor beneficio que uno les puede sacar a ellos.
«Acá hubo un armado de quipo que fue difícil, en el que nos tuvimos que acomodar a muchas cosas, pero todos los futbolistas se acomodaron bien y aprendieron rápido. Este es un equipo que ha trabajado mucho, pero también hubo un gran trabajo de la institución”.