Autodefinido como “buscador”, Daniel “Chanchi” Sánchez es un hombre de 61 años que supo combinar su amor por Monte Grande junto a su sueño de tener un bar temático: así nació Museíto Café, una local gastronómico que cuenta con una exhibición de cientos de elementos que fue juntando a lo largo de 16 años y que hablan de la historia del barrio.
Curioso por naturaleza, Daniel siempre sintió un enorme interés por la identidad de su barrio y desarrolló el hobby de ir recolectando objetos que contaran la historia de Monte Grande. Al enterarse de este pasatiempo, los vecinos comenzaron a sumar su granito de arena y a regalarle a Chanchi algunos elementos propios que contribuyeran al rompecabezas.
“No me considero un historiador, yo siempre digo que soy un ‘buscador’. Yo busco cosas que hablen de la historia de Monte Grande y en esto no hay límites. Es un álbum que nunca se llena: siempre hay una figurita que no tenés y ese algo que no podés ubicar”, sostuvo.
En esa línea, el vecino aseguró que cada localidad del partido de Esteban Echeverría debería tener una exposición como la que él armó “en donde se pueda exponer o reunir la gente del lugar y hablar de los barrios” que se fueron creando en el distrito del sur del Conurbano.
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Con respecto a su familia, Chanchi cuenta que tiene dos hijos, de 26 y 33 años, que lo apoyan en todas sus iniciativas. “Mi primera esposa me dejó por las locuras que hice para recolectar objetos históricos. La actual me conoció cuando ya hacía esto, así que mucho no se puede quejar. Y mis hijos se ríen de mí, pero me bancan en lo que hago”, contó entre risas.
Monte Grande: cómo empezó Museíto Café
En el año 2007, un amigo de Daniel lo invitó a participar de diversas muestras sobre la historia de Monte Grande y así fue como empezó esta pasión que hoy se materializó en un café. “Ahí me empieza a dar curiosidad de saber el porqué del nombre de negocios y personas de antes. Me empecé a meter y me apasionó”, detalló.
A esto se le sumó el deseo propio de tener un bar temático, algo con lo que Chanchi siempre había soñado. Entonces, con tantos objetos sobre Monte Grande en su haber y con el deseo de emprender un proyecto gastronómico, Daniel puso manos a la obra y abrió el pequeño museo en su propia casa, que funciona dos o tres veces por semana.
Fotos, testimonios de personalidades notables, carteles, propagandas, banderas, tazas, indumentaria, vajilla y hasta pedazos de baldosas de veredas históricas forman parte de la vasta muestra que el vecino de 61 años lleva adelante cada mes en su hogar y comparte con los demás.
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“Llegó el momento en el que se me ocurrió que todo lo que tenía acá no me lo quería guardar solo para mí, sino que se lo quería mostrar a la gente. Por eso armo el museíto café una o dos veces por semana. Esto empezó hace cuatro años y se frenó con la pandemia. Este año volví a armarlo para mostrarle a los vecinos todas las cosas que junté y vivimos en nuestra infancia y adolescencia”, cerró en diálogo con El Diario Sur.