Un hallazgo en una vereda de la localidad mendocina de Alvear destapó un caso de pedofilia que tiene como principal sospechoso a un docente de la zona. Un grupo de jóvenes encontró una tarjeta de memoria SD en el suelo, que contenía archivos de abuso sexual infantil. Este descubrimiento llevó a una investigación judicial encabezada por el fiscal Javier Giaroli, quien ahora trabaja para determinar si el docente, que fue imputado por tenencia de material pedófilo, está vinculado directamente con la producción de las imágenes.
El incidente ocurrió cuando un grupo de jóvenes caminaba por el centro de la localidad. Al encontrar la tarjeta SD en la vereda y no ver a nadie que la reclamara, decidieron conectarla a una computadora para formatearla.
Sin embargo, al acceder a los archivos, se toparon con varias imágenes de abuso sexual infantil, lo que los llevó inmediatamente a alertar a las autoridades. Con ello, se inició rápidamente una investigación penal que dio un giro inesperado.
El avance de la pesquisa llevó a identificar al docente como el propietario de la tarjeta. La investigación determinó que el hombre había dejado su teléfono móvil en un servicio técnico cercano, y en ese lapso parece haber retirado la tarjeta con los archivos comprometedores. Sin embargo, en un descuido o por decisión consciente, la descartó en la vía pública.
En ese marco, el fiscal Giaroli tomó el caso y, tras las primeras averiguaciones, el docente fue imputado por tenencia de material de abuso sexual infantil. Aunque el delito tiene una pena excarcelable de entre seis meses y dos años, el acusado recuperó su libertad debido a la falta de antecedentes penales.
No obstante, la investigación podría complicarse. En primer lugar, los informes forenses revelaron que los archivos de abuso infantil datan de 2016, lo que plantea un desafío legal, ya que ese tipo de delitos podría estar prescripto. A pesar de esto, las autoridades se mantienen firmes en la investigación, buscando esclarecer si el docente fue quien tomó las imágenes de la menor.
En paralelo, el fiscal continúa indagando en el segundo aspecto de la causa, el abuso sexual contra la niña en las imágenes. Se logró identificar a la víctima, y se espera que en los próximos meses se le pueda tomar una declaración en cámara Gesell. Este testimonio podría arrojar detalles cruciales sobre el abuso y, si se confirma que el docente estuvo involucrado, el caso podría adquirir derivaciones más graves.
Por otro lado, la Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza también intervino en el caso, iniciando un sumario administrativo y trasladando preventivamente al docente a un área administrativa. Este movimiento busca garantizar que el acusado no esté al frente de estudiantes mientras continúan las investigaciones judiciales.