El invierno trae consigo no solo bajas temperaturas, sino también un preocupante aumento de incendios domésticos causados por el uso inadecuado de calefactores eléctricos. En Rosario, ya se registraron numerosos siniestros en los últimos años, y en lo que va de esta temporada ya se produjeron varios, vinculados a cortocircuitos provocados por caloventores conectados a zapatillas eléctricas. El caso más reciente ocurrió este lunes por la noche en una residencia estudiantil, donde, según las primeras informaciones, un caloventor habría recalentado un cable y provocado un cortocircuito que desató el incendio.
Cuando el frío arrecia, muchas personas optan por calefactores portátiles eléctricos como alternativa económica y de rápida instalación. Sin embargo, según expertos en seguridad eléctrica, estos aparatos son los principales responsables de incendios durante el invierno. Lejos del mito que señala al microondas o a la cafetera como los más peligrosos, son los caloventores y estufas eléctricas los que encabezan la lista de siniestros por mal uso.
El principal problema no es solo el aparato en sí, sino cómo se lo utiliza. Muchos usuarios cometen errores graves como enchufarlos en zapatillas eléctricas, dispositivos no aptos para soportar altos consumos, o colocarlos cerca de cortinas, mantas o muebles inflamables. También es frecuente dejarlos encendidos mientras se duerme o cuando se abandona la vivienda, lo que incrementa el riesgo de incendio. Otro hábito peligroso es usar equipos en mal estado, con cables pelados o enchufes flojos.
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Preocupación en el centro por una explosión y fuego en una residencia estudiantil
Uno de los ejemplos más recientes tuvo lugar esta semana en una residencia estudiantil en Rosario. Según relataron los propios moradores, un caloventor habría recalentado los cables de la habitación, lo que derivó en un cortocircuito y un incendio con pérdidas materiales totales. Este no fue un hecho aislado: ya se habían registrado episodios similares durante el invierno anterior y el patrón se repite.
Recomendaciones para evitar tragedias:
Frente a este panorama, los especialistas y organismos de seguridad aconsejan:
No utilizar zapatillas eléctricas ni alargadores para conectar estufas o caloventores.
Revisar el estado del aparato antes de cada uso, especialmente cables, enchufes y conexiones.
Mantener una distancia mínima de un metro entre el calefactor y cualquier objeto inflamable.
No ubicarlos en superficies inestables ni en zonas húmedas, como baños o cocinas.
Apagarlos siempre antes de dormir o salir de casa.
Elegir modelos que cuenten con apagado automático en caso de caída o sobrecalentamiento.
Además, se recomienda hacer controles periódicos de la instalación eléctrica del hogar con profesionales matriculados. Detectar a tiempo cables deteriorados o sobrecargas puede evitar situaciones irreversibles. En definitiva, calefaccionarse es una necesidad, pero debe hacerse con responsabilidad, la comodidad no puede ser a costa de la seguridad.

