Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En esta oportunidad, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Andrea Travaini, directora del programa provincial Nueva Oportunidad.
En un contexto marcado por la profundización de la violencia territorial, el programa intenta reconstruir un sistema de cuidados y acompañamiento de las juventudes en situaciones de vulnerabilidad y criticidad social. Con la mirada puesta en fortalecer vínculos, focalizados en sus barrios
Este programa que se gestó y comenzó a funcionar hace más de veinte años, actualmente incluye a jóvenes de entre 12 y 35 años. “El programa tiene su origen en la Municipalidad de Rosario en el año 2013 y desde allí fue creciendo hasta tener su correlato en el gobierno provincial hasta 2019. Cabe destacar que el año pasado hemos logrado ponerle en escena nuevamente ya que había sido derogado y reemplazado por otro programa, que entendemos no cumplía con los objetivos del Nueva”, indicó Andrea Travaini.
Para ello se requiere de un acompañamiento que contemple sus inquietudes, demandas e intereses; habilitando espacios entre acompañantes y acompañados, construyendo de manera conjunta comunidad.
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Andrea Travaini no duda que este programa sería imposible llevarlo a cabo sin las organizaciones de la sociedad civil. “Este año tenemos proyectado el trabajo con casi 270 organizaciones. No hay estado que pueda hacerlo solo, nadie puede hacerlo solo y menos llevar adelante la tarea de reconstruir un tejido que está roto, quebrado y que se encuentra marcado por una crueldad increíble, que en muchas oportunidades, también atraviesa a los pibes con los cuales trabajamos. Por ello es muy difícil que su vida tenga valor, esto que parece tan pesado y tan oscuro, es un trabajo que el programa pretende hacer a través de las organizaciones, clubes y distintos espacios ligados a la comunicación, el deporte y los oficios tradicionales”, expresó la directora del Nueva Oportunidad.
Los vínculos haciendo las veces de ariete transformador para lograr reconstruir esas subjetividades arrasadas que tanto necesitan de afecto, escucha y contención. “El programa cuenta con dos figuras que son centrales, la del tallerista y el acompañante, que son los encargados de lograr amalgamar las distintas individualidades para conformar la grupalidad. Después esto impacta claramente en lo territorial, ya que se trata de un programa con profundo anclaje barrial. El trabajo se da en ese barrio que en muchas oportunidades, marcó y expulsó a ese pibe o a esa piba que buscan de alguna manera una especie de reivindicación”, concluyó.