«Hay que cuidar los suelos porque es fuente de alimentos, de ingresos, hay que conservarlo para nosotros, nuestros hijos y nietos» dijo el especialista en la materia, el Ingeniero agrónomo Astor López, del INTA Sáenz Peña.
La materia orgánica es uno de los parámetros más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de analizar un suelo, pero no es el único.
xAstor López, es uno de los especialistas en suelos que tiene el INTA Sáenz Peña.
Cuando se habla de materia orgánica, se puede decir que hay muchos suelos distintos a lo largo de la provincia, «los podríamos agrupar en distintas problemáticas que deberían ser tratadas de forma independiente, o con manejos distintos».
MAL MANEJO Y MAL USO ES OTRA COSA
Las problemáticas a veces están asociadas al mal manejo de uso de suelo y otras veces a las características mismas de la zona.
En el centro de la provincia hay una asociación de suelos distintos que no se los puede separar, es una unidad grande con un suelo que domina y otro en pequeñas fracciones. Por ejemplo, un bosque con bajos.
DISTINTAS ZONAS, DISTINTOS SUELOS
«La asociación se llama Ñaro Napalpí, el suelo de Ñaro es uno de los mejores y la serie Napalpi es sin dudas la peor, porque tiene sales, carbonato, capas endurecidas. Naturalmente se desarrollaron vegetación de pastizales que fueron los primeros que se pusieron en producción, y con el uso de muchos años esos manchones se van agrandado, porque las sales y los carbonatos se mueven con el agua, y a su vez, los buenos suelos, pero con el uso de muchos años se va degradando la materia orgánica», explicó el ingeniero.
En la zona de Castelli hay suelos que tienen sales en profundidad y que con el uso continuado esas sales ascienden. En la zona oeste de Charata o Las Breñas que es alta, la problemática es erosión, tanto sea hídrica como eólica.
«Son distintas problemáticas, todas relacionadas entre el mal manejo y el uso de suelo», aclaró.
CUIDAR LA MATERIA ORGANICA
Es muy importante cuidar la materia orgánica (gramíneas y leguminosas), y tener el suelo cubierto porque con vegetación viva protege del impacto de la gota de lluvia, por otro lado, un suelo desnudo y con las altas temperaturas que tenemos y si esta movido por alguna labranza, esos suelos se secan, superan los 50 grados, se esterilizar muriendo todos los organismos, y la poca materia blanca que hay se pierde.
«Debemos conocer los suelos, saber hasta dónde le podemos pedir». «Se podría rotar un año de agricultura y otros de ganadería, siempre aportando buenos sistemas de rastrojos y a su vez ir incorporando cultivos de cobertura, que tienen grandes aportes», señaló el ingeniero.
La agronomía es apasionante porque tiene una multiplicidad de factores que interactúan como el clima, el suelo, el manejo, la historia.
SOBRE LA SIEMBRA DIRECTA
«La siembra directa tiene una multiplicidad de beneficios, en Chaco existe la cuestión de las altas temperaturas que hacen que sea difícil mantener la cobertura, y uno de los requerimientos para aplicar el sistema de siembra directa es que el suelo tenga cobertura, y eso es muy difícil de lograr».
«Otro tema que hay que atender con sumo cuidado es el de los incendios, porque si se escapa el fuego en alguno de los rastrojos estamos perdiendo mucho, porque esa cobertura que llevó varios años en conseguirla la perdemos en un ratito y ese efecto se va a ver varios años hasta que se logre recuperar la cobertura», agregó.
Cuidar el suelo es un trabajo de todos
SAENZ PEÑA (Agencia). En otro orden, Airtor López afirma que cuidar el suelo es un trabajo de todos, teniendo en cuenta las políticas nacionales y provinciales (refiriéndose al OTBN).
«Pensamos en habilitar suelos porque van a tener buena fertilidad, pero son frágiles y si no los manejamos adecuadamente se van a degradar más rápidamente. Si inicialmente no los habilitamos bien, no solo degradamos la vegetación natural que tiene el bosque sino también los suelos, sumado a las grandes pérdidas económicas», finalizó.
El suelo es un reservorio natural de carbono.
SAENZ PEÑA (Agencia). Desde el Instituto de Suelos del INTA ponen el foco en las buenas prácticas de manejo que incrementen los niveles de materia orgánica. Un círculo virtuoso al que vale la pena apostar.
xLa materia orgánica es uno de los parámetros más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de analizar un suelo, pero no es el único.
En el Chaco, son aspectos destacables la cartografía de suelos que se realiza en convenio con el gobierno provincial, que ha posibilitado que más del 80% de los productores puedan ser asesorados en aspectos que hacen al uso y manejo de los suelos.
La evaluación utilitaria de los suelos es investigada a partir de modelos expertos de simulación en sistemas productivos reales en el área de Impenetrable, sobre las posibilidades que brindan estos suelos para el cultivo de soja y la implantación de macizos forestales de algarrobo.
SE PRESTA POCA ATENCION
Sin embargo, poca atención se prestaba aún a la posible mitigación que el carbono secuestrado en el suelo podía ejercer sobre los efectos perjudiciales de las emisiones de los principales gases de efecto invernadero del sector agropecuario, principalmente metano y óxido nitroso», señaló el Director del Instituto.
La preocupación por el cambio climático y sus consecuencias económicas, productivas, sociales y ambientales llevaron a una percepción del suelo en general, y del carbono orgánico almacenado en particular, mucho más amplia que aquella de hace 30 o 40 años.