Un empate que solo sirve para estirar la agonía. Con el crédito agotado hace rato, Newell’s volvió a tener un flojo partido y si bien se salvó de la derrota, sigue sin demostrar mejoras mientras se complican los números en las tablas actuales y futuras.
Para este partido, Cristian Fabbiani pasó una escoba de pocas cerdas y limpió a algunos de los protagonistas de la papelonera derrota por 5 a 0 ante Boca, recuperando a nombres que estaban olvidados como Williams Barlasina y Martín Luciano e incluyendo a otros que él mismo había borrado antes como Gonzalo Maroni y en la segunda parte Saúl Salcedo.
Sin embargo, la cara de Newell’s fue la misma que viene mostrando en todo el semestre, donde ganó solo 1 de los últimos 11 partidos y no cumplió con ninguno de sus objetivos, llegando incluso a comprometerse con la zona baja en la Tabla Anual de este año y en la de los promedios del que viene.
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En el juego, Luciano Lollo, con una falta de ritmo y una lentitud sumamente preocupantes, fue anfitrión de honor en el homenaje de Ignacio Russo a su padre, acompañado por los errores individuales de Luciano y la mala ocupación de espacios de Luca Regiardo (aunque tuvo que correr por todos sus compañeros en el mediocampo).
En contraposición, Luciano Herrera fue una vez más el punto alto del equipo junto a Facundo Guch, ambos con agilidad, sin miedo de ir al frente y, por ende, con la capacidad de sorpresa que Newell’s no era capaz de generar por sí solo.
Cuando ambos pudieron encontrarse se vieron las mejores cosas de la ‘Lepra’, como el gol del empate que marcó Guch tras un jugadón de Herrera.
Por otra parte, Gonzalo Maroni volvió a mostrar su constante laguneo, ‘Charly’ González tuvo uno de esos partidos en donde no le sale nada con los pies, y Éver Banega no pudo hacerse cargo del juego en ningún momento.
Con algunos cambios como el ingreso de Salcedo (mal borrado, como en su momento Ángelo Martino), sumado a que Tigre tomó una postura mucho más cautelosa, la ‘Lepra’ recuperó la pelota y se volvió un poco más protagonista, pero siguió fallando en traducir esas llegadas en remates claros.
El juvenil Gómez Mattar tuvo un buen ingreso, sumamente participativo, y es una de las pocas ilusiones que se ven en la generación más inmediata del club del Parque junto a Guch y Valentino Acuña.
Sin embargo, lejos está de haber un horizonte de optimismo en Newell’s. Envuelto en una profunda crisis institucional y futbolística, el tiempo que queda hasta las elecciones en diciembre se torna cada vez más eterno, y en medio de ese paréntesis en donde no se toman medidas de raíz, la ‘Lepra’ sigue dejando pasar puntos y tiempo, comprometiendo su proyecto a futuro, pero también su presente.