La Lepra hizo todo mal, la estrategia defensiva, hasta temerosa, no va más, ya fue, máxime cuando te meten un gol de vestuario, a partir de ese momento el equipo empezó a desintegrarse.
En el primer tiempo, el bloque defensivo fue un flan, el pobre arquero Espínola, estaba solo contra el mundo Boca.
Los minutos pasaban y el desastre se consumaba con más goles, se iban al descanso con un 0-3 lapidario.
Fabbiani intentó cambiar con variantes pero nada de eso sucedió, y cada vez que se lo proponía, Boca generaba peligro, terminó 5-0, pudo haber sido más abultada la goleada.
El desastre de este domingo, ya no tiene explicación coherente, la Lepra jugó mal en todas sus líneas, no tuvo reacción, y estuvo tirado en la cancha, con este equipo ya no hay esperanza y queda la sensación que el Ogro ya no les llega a los protagonistas.