En un importante hallazgo paleontológico, investigadores del Museo Paleontológico de San Pedro descubrieron un diente fósil que perteneció a un perro o cánido de gran tamaño que habitó la región hace unos 200.000 años. La pieza fue recuperada durante una excavación rutinaria en Campo Spósito, en el área Bajo del Tala, situada en el norte de la provincia de Buenos Aires. Este diente fósil permite inferir que existió una especie de cánido desconocido, aunque su género aún no puede ser identificado debido a la escasez de restos encontrados.
El hallazgo de este diente fósil es significativo debido a la rareza de los restos de esta especie en la región. Según los especialistas del museo, es solo la segunda vez en 25 años que se recupera un fósil relacionado con estos animales. El primero ocurrió en el año 2.000, cuando se encontró uno de los pocos esqueletos completos de un perro extinto del género Theriodictis, el cual ha estado expuesto en el museo desde entonces.
A pesar de que el material encontrado en esta nueva excavación se limita a un solo diente, los expertos consideran que la pieza es suficiente para confirmar la presencia de un cánido de gran tamaño en la región pampeana hace 200.000 años.
La llanura pampeana, donde se realizó el hallazgo, fue hogar de diversas especies de cánidos fósiles, que habitaban la zona en grupos o de manera solitaria. Estos animales carnívoros cazaban presas de pequeño a mediano tamaño para alimentarse, y su presencia en el ecosistema era clave para el equilibrio de la fauna de la región.
El equipo del Museo Paleontológico de San Pedro trabajó en conjunto con el especialista en carnívoros fósiles, Francisco Prevosti, quien colaboró en la evaluación general del diente fósil. Prevosti, profesor de la Universidad Nacional de La Rioja e Investigador Principal de CONICET, aportó su conocimiento para ayudar a identificar y analizar las características del fósil encontrado.
Este hallazgo subraya la importancia de continuar con las excavaciones paleontológicas en la región, ya que la escasez de restos fósiles de estos cánidos demuestra lo valioso que es cada descubrimiento. Además, abre nuevas puertas para el estudio de la fauna prehistórica de la región pampeana, que aún guarda muchos secretos por revelar.