Aún cuando el empate fue el resultado más justo, la peor sensación se la terminó llevando Newell’s, que vio cómo se le esfumaron sobre el final dos puntos por los que se había esforzado pero sin arriesgarse demasiado.
Los dirigidos por Cristian Fabbiani igualaron 1 a 1 en el estadio Marcelo Bielsa ante Central Córdoba, y siguen sin poder darle una alegría a la gente en su casa en lo que va del Clausura.
Desde el primer minuto se vio un partido con dos equipos cautelosos y conservadores. La ‘Lepra’ lejos estuvo de dejarse llevar por la obligación de protagonismo de ser local y le cedió la posesión a su rival (31% a 69% el primer tiempo), sin tampoco configurarse como un equipo dispuesto al contraataque.
Esto provocó que se viera a un rojinegro falto de alternativas en ofensiva, dependiendo únicamente de que Éver Banega arme la jugada con alguna magia (que las tuvo, y de a varias) e incluso después la defina (dos remates suyos de media distancia pasaron cerca). Luciano Herrera fue el único otro jugador incisivo en ataque, pero resolvió mal algunas jugadas y en otras no pudo encontrar en Carlos González su socio ideal (con el extremo filtrando pases y el paraguayo fallando en el control inicial o sucumbiendo en velocidad ante la marca de los dos duros centrales santiagueños).
De la misma manera, la decisión de improvisar a David Sotelo como volante izquierdo en lugar de usar un jugador natural de esa posición como Franco Orozco también le restó sorpresa y variantes al local.
En la configuración de partido, además, Newell’s optó por un ritmo pausado y poblar el medio, mientras que Central Córdoba decidió presionar alto arriba y no arriesgar abajo.
Con un encuentro con firme destino de empate, el horizonte se torcería a la media hora, con una mala decisión del VAR que le valió la expulsión a Luca Regiardo (incluso, Banega había cometido antes un foul quizás más merecedor de roja)
Además de estar cumpliendo hasta ese momento un buen partido, Regiardo es fundamental de por sí en este equipo porque es el único jugador del plantel con los criterios y el despliegue necesarios para cumplir las funciones de un cinco tapón, y con su ritmo aportaba aire y auxilio a Banega y Sotelo, permitiéndoles soltarse.
Con la roja, Fabbiani los llevó al doble cinco y retrasó más las líneas de ataque, asegurando atrás pero anulando aún más con ello la peligrosidad de sus ofensivas.
Con más ritmo y más espacios, el ‘Ferroviario’ empezó a mover la pelota en zona de ataque y le generó más de un susto al local, algo que se potenciaría en los primeros minutos de la segunda parte, donde aparecería también la figura de Juan Espínola con buenas intervenciones en el arco leproso.
Con el correr de los minutos, Newell’s fue acomodándose en su nuevo esquema y, con también algún acercamiento aislado, volvió a recuperar la paridad del primer tiempo.
Recién a los 20 minutos el ‘Ogro’ movería piezas, reemplazando a Luciano Herrera (golpeado) por Franco Orozco, tirando al ex Lanús por izquierda y a Gonzalo Maroni por derecha y en ofensiva situando a Sotelo como único 5 y Banega más adelantado (en defensa mantuvo el doble 5).
Con la superioridad numérica y un poco menos de pasividad, Omar De Felippe adelantó a su línea ofensiva y salió a buscarlo, y fue en esas chances de contra y en esos espacios en donde Newell’s empezaría a encontrar a Orozco y, con él, asociación en ataque.
Primero, con una jugada en la que Maroni avisó con un gran remate de media distancia que provocó una gran atajada de Alan Aguerre. Y luego, con el gran gol leproso, tras una buena jugada y un gran centro de tres dedos de Sotelo para la aparición por el centro del ex Boca y Tigre.
Sin embargo, cuando el Coloso había estallado en fiesta y le quedaban apenas unos minutos al partido, una desatención fuerte en la marca le terminó costando la victoria a los de Fabbiani. Desde un córner, el ‘Ferroviario’ tocó 3 veces la pelota en el área para que Gastón Verón controle y encuentre el gol del empate.