Rosario Central empezó a desinflarse en cuanto a fútbol en este Torneo Apertura. Tras un comienzo auspicioso, donde mostró una alta contundencia en ataque y fortaleza atrás, pasadas nueves fechas tan sólo mantiene una de esas virtudes, la segunda. Perdió poder de fuego, en base a rendimientos individuales que comenzaron a declinar, y ello se tradujo en la cosecha de puntos en los últimos partidos y el bajo promedio de gol.
Mucho de esta involución volvió a mostrar el Canalla en Córdoba, ante un adversario agrandado por la reciente conquista. El Mario Alberto Kempes fue testigo de un partido de bajo vuelo, en el que ningún equipo pudo imponer condiciones. Claro está, si se tiene en cuenta el contexto, es más preocupante lo de los dirigidos por Ariel Holan, ya que nunca lograron ser superiores siquiera desde lo físico ante un conjunto que venía de jugar entre semana.
Envalentonado por la obtención de la Supercopa Internacional «Mostaza» (llamativo nombre para un trofeo), un Talleres envalentonado buscó llevarse puesto desde el inicio a Central, más con empuje que con claridad. Así, tuvo su primera ocasión antes de los diez minutos con un puntinazo de Nahuel Bustos entrando por el sector tras ganarle la posición a Juan Giménez. El equipo cordobés tenía espacios por el lado de Agustín Sández, que se cerraba ante los ataques adversarios, ante un Jaminton Campaz que poco ayuda en la marca. Una zona que nadie cubría, para ventaja del conjunto de Alexander Medina.
Central no fluyó en el juego. Totalmente apagados e imprecisos Campaz e Ignacio Malcorra, los encargados de la gestación auriazul. Tampoco estuvo en partido Lautaro Giaccone. Por ende, Enzo Copetti, solitario en ataque, tuvo imposible la tarea de ser abastecido, más allá del esfuerzo y la lucha constante. Si hubo una buena labor defensiva, con la solidez de la línea de fondo y el aporte de Franco Ibarra, que cortó circuitos cordobeses y recuperó la pelota en zona neurálgica para lanzar contrataques, que fueron desaprovechados por las malas decisiones arriba. Poquito y nada también de Federico Navarro, sin la marca ni el despliegue habitual que lo distingue.
Cuando hizo falta también apareció ‘Fatu’ Broun, por ejemplo cuando desactivó con una buena estirada un remate complicado de Mosqueira entrando por el medio y también para bloquear un desvío de Bustos tras una pelota parada. Por su parte, el Canalla recién le vio la cara a Guido Herrera promediando la primera mitad, en una jugada en la que defensores albiazules obturaron un intento de zurda Giaccone en el área.
A Central no le duraba nada la pelota, no conectaba tres pases seguidos, pero su rival también estaba irresoluto arriba, por eso todo era bastante chato. A pesar de ello, los de Holan tuvieron la más clara de los 45 iniciales, cuando tras un desborde y centro preciso de Emmanuel Coronel, Copetti se lo perdió completamente solo en el área chica, ante un Herrera que tapó el remate de zurda con el cuerpo. El platinado centro delantero tuvo su chance pero volvió a ratificar que está peleado con el arco. Así se fueron al descanso, en un trámite anodino, sin brillo.
En el complemento, la historia fue la misma. El Canalla siguió siendo predecible en ataque, careció de sorpresa y tampoco ofreció soluciones alternativas. Holan tomó nota y renovó los nombres en ofensiva. Adentro Santi López y Gaspar Duarte por unos intrascendentes Campaz y Giaccone. Algo había que cambiar.
Sin embargo, las modificaciones no lograron dar vuelta el desarrollo. López ingresó mal, mientras que Duarte estuvo más preocupado por darle una mano a Coronel en defensa que por atacar. También hubo minutos (pocos) para Maxi Lovera, en lugar de un desconocido Malcorra, que tuvo uno de sus peores encuentros con la camiseta auriazul, ya que perdió prácticamente todos los balones que tocó, nunca fue la manija del equipo y jugó a una velocidad cansina.
Lovera tampoco consiguió cambiar el ritmo de las cosas. Más allá de que buscó asociarse con López, las insinuaciones jamás derivaron en situaciones concretas en la segunda mitad. Si, Central tuvo cero remates al arco en el complemento, aunque Talleres casi ni inquietó también, salvo por un cabezazo de Cristian Tarragona desviado tras un córner. La falta de fútbol de los dos fue lo más evidente, ante defensas y arqueros que tuvieron poco trabajo, más allá de las que atajaron durante el primer tiempo.
El 0 a 0 calificó lo pobre del partido. El Canalla sumó de visitante pero la igualdad tiene gusto a poco, porque fecha tras fecha viene defeccionando en el funcionamiento y solo puede destacársele la labor defensiva. Holan tendrá que trabajar mucho entre semana para recuperar la explosión y voracidad ofensiva que reflejó el conjunto de Arroyito en el inicio de este torneo. Si bien la cosecha de puntos hasta acá es buena y la clasificación a los play offs está cerca, el técnico tendrá que hacer los ajustes necesarios para volver a ser fuerte en las dos áreas.
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