Quienes viajan a menudo en el tren Sarmiento seguro que alguna vez disfrutaron de su particular arte. Y la deben identificar como “la chica que imita a Michael Jackson”. Pero Johana Priscila Oviedo (21) es mucho más que una chica que le rinde culto al fallecido Rey del Pop. Esta joven de La Matanza, que en las redes sociales se identifica como Shipi, es la creadora de un estilo original, que combina el street dance con el break dance.
“Es una mezcla que armé para lograr algo que entretenga y alegre a la gente que viaja”, explica la actual vecina de Villa Luzuriaga, que es una verdadera matancera de ley, ya que hasta los 15 años vivió en San Justo.
Pero más allá de deleitar a los pasajeros del Sarmiento y recibir las colaboraciones de quienes disfrutan de su arte, la idea de Shipi no es vivir de pasar la gorra: actualmente está tramitando los derechos de autor para presentar su primer single como cantante.
Su estudio de baile estará en La Matanza
“Pop melódico es mi estilo”, especifica Shipi, quien también toca la guitarra en su tiempo libre. Y cuenta que la primera canción la lanzará en plataformas digitales.
Por otra parte, está a punto de lanzar su propio estudio, para enseñar su estilo de baile, que es una fusión de Popping y Tutting, ambas propias de la cultura del hip hop, que se divide entre el street dance y el break dance. Para la inauguración del local de su emprendimiento sólo faltan detalles. Y estará ubicado en Remedios de Escalada y Cristianía, en Villa Luzuriaga.
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Mientras tanto, está enseñando Popping y Tutting en una escuela de arte de Devoto, a la vez que también se presenta en eventos privados, como por ejemplo fiestas de 15. “Gracias a Dios cada vez salen shows más seguidos para los que me contratan”, dice. Y agradece porque, de esa manera, es que está logrando terminar de acondicionar su futuro estudio.
El agradecimiento de Shipi al tren Sarmiento
Shipi también asegura que siempre llevará en su corazón al Sarmiento: “El tren me sirvió para preparar cosas nuevas y saber cómo comunicarme con la gente, qué tipo de vestuario usar y demás”.
Y agrega: “Ahí te encontrás con personas de distintas edades y clases sociales. Esa experiencia es impagable”. Más allá de cómo se viralizan constantemente sus presentaciones en los vagones, gracias a los videos que filman los pasajeros, tiempo atrás hubo otro hecho particular que la ayudó a hacerse conocida: un improvisado concurso que se hizo en la puerta de la municipalidad de Morón.
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Fue una tarde de noviembre pasado en la que un tiktoker armó una suerte de “búsqueda de talento”, para que quienes se animaran mostraran “lo que sabían hacer”. Shipi bailó, claro, y ganó el concurso.
Cuando le preguntaron qué haría con el premio, que era económico, no dudó: “Se lo damos a alguien que lo necesita más”. Así, los billetes terminaron en la lata de un hombre en situación de calle. Ese video lo compartió en su Instagram y tiene más de 50 mil likes. Pero si se hizo tan viral no fue, claro está, sólo por su gesto solidario, sino porque ese día, como es habitual, la rompió bailando.