Este viernes 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, fecha establecida en 1992 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concientizar acerca de la crisis de los recursos hídricos y el conflicto que enfrenta la humanidad respecto a las múltiples barreras de acceso.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aproximadamente el 30% de la población de América Latina carece de red de agua segura y el 70% no cuenta con saneamiento óptimo.
Es por ello que, a 32 años de aquella resolución que tuvo lugar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro (Brasil), uno de los ejes centrales que demarcan la problemática refiere la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: «Agua y saneamiento para todos de aquí a 2030».
Este año la ONU eligió un lema basado en una de las problemáticas más observadas a nivel mundial: los conflictos internacionales. “Agua para la paz” simboliza la unión que pretende lograr la organización en cuanto al acceso del agua. “Cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países”, expresaron desde la organización.