Ochenta y cuatro años hacía que «Cherita» estaba firme en la esquina de Juan Manuel de Rosas y Cafferata. Siempre fue un orgullo de Caseros. El kiosco fue uno de esos emblemas de Tres de Febrero, que hasta fue reconocido por la comuna como «Comercio Histórico» del distrito. Y se aclara que «fue», ya que en los últimos días se confirmó que dejó de funcionar luego de la decisión de su actual dueña. «Era imposible de sostener», dijo.
La noticia impactó en la comunidad caserina, y en las redes sociales y en el boca a boca todos se fueron enterando de la mala nueva: el adiós de Cherita, que había abierto sus puertas en 1940.
Las repercusiones empezaron a surgir. Es que era tan fuerte el arraigo de Cherita –entre los vecinos de Villa Matheu -el barrio donde funcionaba- que en octubre de 2023, el intendente Diego Valenzuela nombró al kiosco como «Comercio Histórico de Tres de Febrero».
«Con 83 años de trayectoria y servicio a la comunidad, ya forma parte de la esencia del barrio. Hablé un rato con Andrés, que mantiene intacta la magia de esta esquina. Para él y para todos los comerciantes de la zona, renovamos el centro de compras y seguimos trabajando para acompañar su esfuerzo y su crecimiento. ¡Gracias por el laburo y la dedicación de todos los días!«, había senenciado entonces el jefe comunal.
Caseros: el adiós al kiosco Cherita
Sin embargo, ahora la alegría es nostalgia, es dolor, debido a que el local tuvo que cerrar sus puertas tras casi ocho décadas y media, dejando la icónica esquina sin la insignia del puesto de diarios y revistas verde o la fachada rosa con detalles verdes que la caracterizaba.
Con aires poéticos la cuenta «Caseros y su gente» lo despidió así: «Sucedió en la primavera del año pasado: el puesto de diarios y revistas ubicado en Caferatta y Rosas fue declarado ‘Comercio Histórico’ de nuestro distrito. Distinción merecida tanto por su trayectoria como por extender su impronta al cruce callejero que pasó a ser denominado como ‘Esquina de Cherita‘… Una pena. Sucedió en este casi otoño: el puesto escribió el punto final de su recorrido barrial, que había superado sus ocho décadas de vida, en el corazón de Villa Matheu».
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¿Pero qué pasó realmente con «Cherita»? En un posteo de Facebook hecho hace dos días, Gabriela Luna, quien estuvo al frente del negocio junto a su pareja hasta el cierre defintivo, contó el principal motivo de su decisión:
«Alquilamos en abril de 2023 el fondo de comercio. Tras mucho esfuerzo humano y económico tratamos de resurgirlo, pero en diciembre del mismo año decidimos dar por terminado el contrato por el aumento del valor del alquiler. Imposible de sostener, lamentamos tomar esa decisión pero era insostenible».
El origen de este local se remonta a 1940, cuando el oficial de la Prefectura Naval Argentina, José Nuccillo, y su esposa Paula, atendían el negocio.
«El kiosco era muy precario y, en unas navidades, por culpa de unos cohetes se incendió por completo. Por tal motivo, fue trasladado en frente, donde está ubicado actualmente. En un fin de año se volvió a prender fuego y mi tío, otra vez, tuvo que empezar de cero. Pero tenía empuje para recuperarse y lo ayudó mucho su hijo Daniel. Fue un tiempo muy duro para ellos», aportó a esa cuenta de FB una vecina llamada Haydeé, sobrina de los fundadores.
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Nilda Meyer, también familiar de los pioneros, dijo lo suyo: «Mucha tristeza. Con mi marido, sobrino de Don Jose y Doña Paula, los primitivos dueños, vivimos catorce años a la vuelta sobre Rebizzo. Cuánto podría contar de ese lugar. Se podría escribir un libro sobre los personajes que pasaron por allí. Se me pianta un lagrimon, demasiado fuerte esta noticia. El que vivió en Caseros y no conoció esa esquina, no vivio nunca en el barrio«.