El abogado defensor Juan Pockorny, representante del imputado Jiménez, expuso sus planteos durante la octava audiencia preliminar del juicio por jurado en la causa Francovich. En esta etapa, los órganos acusadores y las defensas presentaron sus oposiciones a los ofrecimientos de prueba, antes de la resolución del juez sobre la admisibilidad de cada una.
Pockorny explicó que realizó tres segmentos de oposiciones principales. La primera, vinculada a la denominada reconstrucción del hecho, ofrecida por la querella. “Ellos la presentaron como reconstrucción, pero en realidad se trataba de una inspección ocular. No puede hablarse de reconstrucción si no se cumple con las formalidades del Código Procesal Penal, que exige una teatralización con los elementos del hecho: los vehículos, los participantes y las condiciones del momento”, señaló.
También objetó el pedido de anticipo jurisdiccional de dos testimoniales, cuestionando la falta de información previa sobre los testigos y la justificación de su carácter excepcional. “En los juicios por jurado, los testigos deben declarar ante los doce ciudadanos que juzgarán la causa, no mediante videos previos. Mostrar grabaciones sería improcedente”, argumentó. Además, destacó que uno de los testigos mencionados, identificado como Medina, había sido presentado como de identidad reservada, pero su nombre fue revelado por la propia fiscalía durante la audiencia.
Por otra parte, la defensa de Jiménez se opuso a siete testimoniales por considerarlas “sobreabundantes” o “sin relación directa con el hecho investigado”. “Los testigos deben tener vinculación directa con los hechos, no pueden ser simples referencias sin aporte probatorio concreto”, afirmó.
El abogado detalló que el juez técnico resolverá el próximo 19 de noviembre sobre la admisibilidad o el rechazo de las pruebas, y que las partes podrían solicitar una revisión ante un tribunal integrado por tres magistrados, lo que podría extender el proceso hacia diciembre.
En cuanto a su defendido, Pokorni reiteró que Jiménez mantiene su coartada, asegurando que el día del hecho “se encontraba en su domicilio de Avia Terai, realizando tareas mecánicas en su taller”, respaldado por varios testigos: su esposa, su hijo, una vecina y un cliente.
Finalmente, el letrado se refirió a la extensión del proceso y al número de audiencias preliminares: “No hay una cantidad determinada. En este caso, el ofrecimiento de pruebas por parte de la fiscalía y la querella fue muy grande y tedioso, con casi 40 testigos. Muchas de esas pruebas son innecesarias, porque los hechos pueden acreditarse mediante medios objetivos como cámaras, GPS o registros telefónicos”.
La próxima audiencia, prevista para el 19 de noviembre, será clave para definir qué pruebas se incorporarán al debate y permitirá avanzar hacia las etapas siguientes, entre ellas la selección del jurado y la audiencia, donde se evaluará la imparcialidad de los ciudadanos que integrarán el tribunal popular.
Fuente: todonea.com

