Close Menu
    Facebook Instagram YouTube WhatsApp Twitch
    miércoles, octubre 15
    Facebook Instagram WhatsApp YouTube Twitch
    TODO NEA | Noticias y ActualidadTODO NEA | Noticias y Actualidad
    • Resumen
    • Editorial
    • NEA
    • Nacionales
    • Generales
    TODO NEA | Noticias y ActualidadTODO NEA | Noticias y Actualidad
    Generales

    Rosario Sin Secretos: hoy todos somos ¡la “Barra” de Federico!

    octubre 15, 2025
    Share Facebook Twitter Reddit Telegram Email WhatsApp
    Share
    Facebook Twitter Email Telegram WhatsApp

    Los juegos de palabras suelen ser apropiados para acicatear la curiosidad (principio básico de todo conocimiento) por un lado, y ayudar a fijar algunos datos que contribuyen a entretejer nuestra historia vernácula, por el otro.
    Hace exactamente 208 años nacía en Buenos Aires el primer periodista rosarino. ¿Su nombre? Federico Juan de la Barra Demaría. Ahora bien, resulta cuanto menos extraño que el primer periodista rosarino haya nacido en Buenos Aires, ¿verdad? Sin embargo, así es.
    Porque, así como el aragonés Pedro Tuella y Montpesar, siendo el único suscriptor del periódico porteño Telégrafo Mercantil, Rural, Político e Histórico del Río de la Plata, se convirtió en el vocero de la aldea en 1802 al publicar su “Relación histórica del Pueblo y Jurisdicción del Rosario de los Arroyos en el gobierno de Santa Fe, provincia de Buenos Aires”, transformándose en el primer historiógrafo de la Capilla del Santísimo Rosario, cuando ni siquiera habíamos conseguido el título de Ilustre y Fiel Villa, Federico de la Barra fundó en 1854 el, bisemanario primero y trisemanario después, Político, Económico y Cultural “La Confederación”.

    Te puede interesar:

    Rosario Sin Secretos: Tuella, el vocero del principio de la aldea

    Ese mismo año, uno de los mayores estadistas que tuvo el Rosario, el corondino Nicasio Victorino Oroño, ya le había escrito a Justo José de Urquiza: «Cuando esta ciudad era apenas una villa de campaña, pudo ser gobernada por un juez de paz, pero hoy que se ha hecho una ciudad de importancia, que su población e intereses crecen de un modo asombroso, que marcha rápidamente a hacerse un emporio de riqueza nacional; hoy que su puerto y aduana son nacionales, y que esta ciudad es también el asiento de la principal, sucursal del Banco Nacional, es un delito creer que pueda continuar el antiguo estado de cosas…».
    El mismísimo creador del escudo rosarino, Eudoro Carrasco, nos cuenta en sus Anales que la de Federico de la Barra fue la primera publicación que se hizo con una imprenta radicada en la ciudad. Claro, la hoja impresa por Sarmiento cuando ocupó la casa del rosista Martín Isidoro de Santa Coloma y Lezica, en la esquina de Santa Fe y Comercio (hoy Laprida), mientras oficiaba de boletinero del Ejército Grande de Urquiza, había sido realizada con una imprenta volante o móvil traída desde Chile.
    La nueva imprenta, propiedad de Tomas Peñaloza, en calle San Lorenzo, donde se recibían las suscripciones, así como en la Librería de la Fama ubicada frente a la plaza 25 de Mayo, daría vida al primer periódico dirigido por el joven porteño que tanta trascendencia tendría por estos pagos, a mediados del 1800.
    Atrás quedaban la voz del pregonero y los toques de clarín o tambor para anunciar las noticias, y también las hojas manuscritas clavadas en las puertas de la iglesia o de los edificios públicos… El mismo Federico de la Barra, junto a un par de aprendices del taller, salió a ofrecer y vender la “novedad”, que traía también, en su primer ejemplar, los anuncios publicitarios del joyero y relojero alemán Teodoro John y del profesor de piano Juan Buroni.
    El revolucionario medio de comunicación destacaba un precepto fundacional: “Todo habitante de la Confederación puede publicar sus ideas por la prensa, sin censura previa”.
    Al momento de su aparición, apenas si había transcurrido un año de la declaración de la Constitución Argentina celebrada en Santa Fe. De la Barra se ocupó de publicarla en fascículos entre sus páginas, que aparecieron durante casi ocho años, con alrededor de mil emisiones. Vocal del Primer Consejo de Educación de la Nación dirigido por Sarmiento, Federico de la Barra fue también diputado por Santa Fe, senador por San Juan y convencional constituyente.
    En la banca de la Legislatura decidió con su voto la sanción de la ley de derechos diferenciales, que aseguró la prosperidad rosarina; apoyó la ley 1420 de educación primaria común, gratuita y obligatoria, y también la que estableció el matrimonio civil.

    Su activísimo compromiso con el desarrollo y el progreso de la ciudad lo ubicaron como un ferviente promotor de la Sociedad de Damas de Beneficencia, decana en el país, institución que creó el Hospital de la Caridad (hoy Provincial) de calle Alem, en épocas en las que aún esa arteria se denominaba Belgrano.
    El notable respeto que se había granjeado de la Barra en la sociedad, por sus altruistas acciones, lo convirtió en el primer presidente del prestigioso Club Social que atesora una riquísima historia que ya lleva 153 años, hoy presidida por el Doctor Carlos San Román, bisnieto de Gregorio Machaín, el primer presidente de la Bolsa de Comercio y gran impulsor del Puerto que, junto al Ferrocarril, fueron los pilares que le marcaron el pulso a las más gloriosas horas de una Rosario pujante y progresista.

    ¿Algunos de los que integraron el Club Social? Carlos Casado, Octavio Grandoli, Isidro Quiroga, Calixto Lassaga, Pedro Lino Funes, Luis Lamas, Fermín Lejarza, Julio Marc, Héctor Thedy, Juan Cordiviola, Luis Pinasco, Manuel Castagnino, Enzo Bordabehere, Julio Vanzo…
    Todo nació en una tertulia en casa de Tomasa Gómez de Guillén, en la calle Aduana (hoy Maipú) 181 (vieja numeración), en la que Salvador Suárez propuso la idea de “tener un sitio de reunión de los vecinos de la ciudad donde realizar fiestas y estrechar vínculos» y, tras comisionar a Camilo Aldao y a Benjamín Ledesma para elegir una buena casa en la que funcionar, se inician las tratativas con el señor Grasso. Pero la gestión no prosperó y terminan alquilando una residencia por calle Córdoba, al lado de la Gran Tienda La Favorita, donde funcionaron hasta la década del ’30.
    Se decide entonces comprar un terreno en el pasaje Centeno (hoy Álvarez) en su intersección con Paraguay que luego se vende, y con el dinero de la transacción inmobiliaria se adquiere y edifica una grandiosa propiedad en Mitre 848, en la que se construye hasta una piscina revestida con mayólicas españolas donadas por el socio de la institución Odilo Estevez.

    A mediados de la década del ’50 el Club Social se mudaría una vez más a su destino definitivo que aún conserva el esplendor de aquellos años, en Santa Fe y Maipú, cerca, muy cerca de donde había nacido la luminosa idea, en la casa de Tomasa Gómez de Guillén.
    Allí, por amable gestión del Doctor Juan Alberto Barberis, nos recibieron los señores Carlos San Román y Hugo Borgia, presidente y vicepresidente de la centenaria y prestigiosa institución.

    En el día del cumpleaños de Federico de la Barra, ¡qué mejor que terminar esta columna leyendo sus propias palabras!
    En un fragmento de la muy poco conocida novela “La Presidencia” que le publicara la imprenta de Eudoro Carrasco en 1868, un año después que desde ese mismo lugar saliera el Nº 1, Año 1 del diario La Capital, medio que también recibiría sus trabajos periodísticos firmados como “El Diablo”, Federico de la Barra, bajo el pseudónimo de F.F.L., Falucho, describe al propio Sarmiento al que llama “Sarmita” en una extraña mezcla de crítico y humorista.
    «Representa sesenta años, más bien que menos. Su cabeza pelada ya hasta la nuca, es grande y casi deforme; su ancha nariz está delatando a gritos que su ánima se llevó por delante algunas veces los pedrosos montes Rurales; su boca, rasgo eminentemente lógico con su vecina, parece que dejara caer el carnudo y morado labio inferior, mejor dicho, parece de allí colgado; su barba cerrada, entrecana, no parece que brotara del rostro, sino que estuviese adherida con alguna goma y que hubiese además servido de alma al asiento de algún viejo canapé. En su cuello corto; su espalda atlética y encorvada, le habría suscitado la envidia de los pelasgos; sus piernas cortas; su forma inferior o basamento, patizambo; sus pies, nada proporcionados al conjunto, que ocupan una longitud relativa a su gran latitud dentro de unos zapatos de gamuza negra, se miran por los extremos como enojados de la recíproca provocación de dos bien pronunciados juanetes que se hacen burla. Toda esta humanidad envuelta en un enorme paletá-chamisse de color negro, que después de perdido restauró su brillo luminoso por la acción reaccionaria de la grasa y cubierto con una especie de kepí de pieles de perto de color chocolate; toda esta humanidad, decimos, que debe encerrar dentro de su caparazón buen relleno de calidades morales de alto precio, es el mimado personaje que se distingue entre todos, adulando a unos y haciendo debida justicia al cuadro, parece en este conjunto el predestinado Noé de aquella arca de esperanzas».

    Ahora bien, y haciendo “la Gran Wladimir Mikilievich”, por una cuestión de honestidad histórica y agradecimiento a los orígenes ¿no deberíamos modificar el nombre de la calle que lo recuerda en el oeste de la ciudad y empezar a nombrarla De la Barra, en lugar de Barra a secas, como lo consigna la nomenclatura?
    Después de todo, no ha de ser tan difícil reconocer, honrar y poner en valor el patrimonio tangible e intangible de nuestra amada ciudad, que no se hizo sola, en este año Jubilar del “Tricentenario”.
     

    Share. Facebook Twitter Email Telegram WhatsApp
    Previous ArticlePresentan un “archivo fotográfico de Rosario” con motivo de los 300 años de la ciudad
    Next Article Tras el acuerdo en Gaza, Hamás entrega cuatro cadáveres más a Israel

    Related Posts

    Generales

    Córdoba: condenaron a hombre por matar a un cachorro de puma

    octubre 15, 2025
    Generales

    Más que apoyo, una extorsión: Trump condiciona, Milei agradece y Cristina aprovecha

    octubre 15, 2025
    Generales

    Dictaminan un proyecto en Diputados que declara la Emergencia y protección para las Mi PyMES

    octubre 15, 2025
    TODO NEA | Noticias y Actualidad
    Facebook Instagram WhatsApp YouTube Twitch
    © 2025 TodoNEA.com Estudio2k1.com.ar

    Escriba aqui lo que desee buscar y luego presione enter