En quíntuple salto mortal nos arrojamos al mundo de las letras y los recuerdos en este luminoso domingo de octubre.
Y como siempre, siempre, la Providencia hace lo suyo…
Como acostumbramos, vamos al origen más remoto: Cuenta la tradición que, estando aún viva María de Nazaret, la madre de Jesús, en el año 40, y cuando el apóstol Santiago, el Mayor, en plena predicación comenzaba a sentir su corazón cansado y a perder la fe, pudo escuchar a voces que cantaban “Ave María, Gratia Plena”. Casi al momento se le apareció su imagen elevada sobre un pedestal de mármol para pedirle que en ese lugar donde posó sus pies, se levantara un templo.
Allí entonces, a orillas del río Ebro, en Zaragoza, nació la primera iglesia del mundo dedicada a la Virgen María, del Pilar.
Si bien esa aparición ocurrió un 2 de enero en aquel año, en 1613 el Concejo de Zaragoza decidió guardar la fecha, ratificada por el Papa Clemente XII, para su celebración, haciéndola coincidir con aquel 12 de octubre de 1492 cuando Cristóbal Colón, en su paso hacia las Indias, se topó con América.
Otro Papa XII, esta vez, Pío, en 1945 ya se había referido a María del Pilar como “Gran Madre de la Hispanidad” y en 1958 la llamó “Reina de la Hispanidad”. Fue Juan Pablo II, en los 80, que la reconoció Patrona de la Hispanidad, y desde entonces, hoy se celebra su Día.
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Más allá de la creencia religiosa, esta imagen concentra una historia de fe, historia y cultura que trasciende todas las fronteras y que forma parte de esos orígenes que se encargó de diluir el texto de nuestra Carta Magna, la nueva Constitución de la Santa Fe de la Vera Cruz.
Luego de mencionado el primer Colón, Cristóbal, vamos al segundo.
Colón, el nombre de la calle en la que se estableció la parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, inaugurada también en octubre, en 1954, con una imagen traída directamente desde Zaragoza.
Llegó por el río Paraná y fue recibida por los Padres Agustinos y miles de fieles a la altura del bulevar 27 de Febrero (alguna vez bulevar Rosarino).
27 de Febrero, fecha que nos recuerda el verdadero Día de la Bandera nacional, cuando en 1812 Belgrano la creó en nuestras barrancas legándonos el mayor símbolo de soberanía. ¡Sigue la Providencia dándonos mensajes!
¿Quién fue el abanderado elegido por Belgrano para ese sublime momento? Cosme Maciel, ancestro de María Salomé Freyre, esposa de Manuel María del Corazón de Jesús de Iriondo Zavalla, Manucho para los íntimos. ¿Y quién fue María Salomé? La dama que donó la primera imagen de Nuestra Señora del Pilar cuando aún la parroquia estaba, en los años 40, en La Paz y 1º de Mayo.
Como a las pruebas nos remitimos, compartimos un programa de streaming realizado, justamente, en calle Colón (tercera vez) casi Zeballos, en el que se proyectó hace exactamente tres años, y por primera vez a través de un medio audiovisual masivo, la procesión del día aquel en el que Rosario vivió, en 1954, una maravillosa y multitudinaria fiesta, con la visita de feligreses de todos los pueblos a la redonda.
El filme fue restaurado y puesto en valor por la compiladora belgraniana Mirta Belmonte de Ratti, quien es entrevistada junto a Ricardo Machaín, bisnieto de Gregorio Machaín, el primer presidente de la Bolsa de Comercio y uno de los que más trabajó para el desarrollo de nuestro puerto, y Dante Taparelli, entonces secretario de Cultura, cuando anunció obras que iban a empezar a realizarse en el cementerio El Salvador.
Entre la restauración de obras en el cementerio El Salvador y la muerte arquitectónica de otras obras maravillosas, llegamos al cuarto Colón, el Teatro, majestuosa construcción demolida y sustituida por un “moderno edificio” que alguna vez se levantó en la esquina noreste de Corrientes y Urquiza.
Allí, un día como hoy, en 1911, se celebró el Primer Congreso Nacional de Comercio Argentino, convocado a iniciativa de la Bolsa de Comercio y con la presencia de delegaciones de todo el país. Rosario, durante estos más de 300 años, supo demostrar su rol de liderazgo en la economía nacional. Ergo, no se hizo sola, como anuncia un spot publicitario oficial.
El quinto Colón nos llega a través del humo de un cigarrillo y se esfuma en el recuerdo para dar origen a una nueva historia. Un día como hoy, en 1852, habiéndose estrenado en Rosario el flamante título de Ciudad el 3 de octubre de ese año, Isidro (Isidoro en otras fuentes) García, inaugura una fábrica de cigarros, cigarrillos y toscanos en calle Córdoba al 800, frente a lo que en la actualidad ocupa la Oficina del Consumidor, para trasladarla -con el tiempo- a la vuelta, Maipú al 700, donde hoy se levanta un edificio.
Aquí se la vende y transfiere a Fermín Fernández y sus hermanos en mayo de 1909, los que luego se retiran y hacen que Fermín se asocie con Emilio y Jaime Sust, constituyendo la firma Fernández, Sust y Compañía. Al irse Jaime de la sociedad, sólo quedan Fermín Fernández y Emilio Sust que arman Fernández y Sust Tabacos Colón, la que se radica hasta 1915 en Mitre al 800, hoy Galería Calle Angosta, para mudarse luego a San Martín al 500, casi Urquiza, a partir de lo cual progresaron tanto que que debieron construir una imponente planta en 1930.
¿Dónde? En barrio Azcuénaga, Felipe Moré 929, exactamente donde hoy funciona la Federación de Cooperadoras Escolares del Departamento Rosario, donde también funciona el FAE (Fondo de Asistencia Educativa de Rosario) que tiene en su frontispicio una magnífica imagen, un poco descuidada en su mantenimiento, la Santa María, la Niña y la Pinta, las tres carabelas (en realidad, dos carabelas y una nao), que trajeron a Colón en 1492.
Allí nacieron los cigarrillos Don Hipólito, República, 5 de Abril, Pabellón Nacional y Colón y los toscanos Flor de Mayo, Génova y Fundador, más los cigarritos Chelitos, Predilectos y Dike.
Del blogspot Consumos del ayer, obtuvimos y compartimos las siguientes imágenes.
Y para terminar, celebramos la vida con el aniversario del nacimiento de un grande, Julio Vanzo. Un vanguardista de las artes plásticas que llegó al mundo un día como hoy, en 1901. Pintor, diseñador, muralista, diseñador y escultor, tuvo una infancia y adolescencia muy difícil. Al punto que su propio padre fue asesinado por la mafia y tuvo que salir desde muy joven a trabajar para ayudar a mantener la familia, ocupándose en una zapatería y en una escribanía.
Aun así, sólo tenía 15 años cuando ganó el primer premio del concurso de pinturas organizado por el Colegio Nacional, y esto le dio el impulso inicial para convertirse en un grande. ¡Qué importancia tienen los estímulos tempranos para desarrollar el talento!
En agradecimiento, puso todo su vigor en estimular la fundación del Museo de Bellas Artes “Juan Bautista Castagnino”, siendo secretario de la prestigiosa institución entre 1938 y 1946.
Tuvo un primer taller en Corrientes al 600 para luego trasladarse a Cochabamba y Moreno, hoy Casa Vanzo y Rosa Wernicke, que -se sostiene- construyó el trebolense Ermete De Lorenzi pero que algunas fuentes citan que perteneció al mismísimo Lucio Fontana.
Fue, este genial artista, quien realizó algunas modificaciones al escudo de Rosario creado por Eudoro Carrasco para darle el diseño definitivo que tiene el símbolo de la ciudad.
Como siempre decimos, sólo muere lo que se olvida. Así que no vacilamos en levantar la voz y la pluma con un ¡feliz cumpleaños, Julio Vanzo! Y brindamos a tu memoria, aunque sea con un té de boldo, sentados a la mesa que frecuentabas en la esquina de Córdoba y Corrientes.