El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidió intervenir dos comisarías clave del partido de San Martín, en el marco de una reestructuración orientada a mejorar la seguridad en una de las zonas más golpeadas por la violencia narco. Se trata de la Comisaría 4° de José León Suárez y la Comisaría 5° de Billinghurst.
En ambos casos sus cúpulas fueron removidas junto a todo el personal que prestaba servicio. «No queda nadie, todos nuevos son ahora», aseguraron. La medida fue ejecutada por la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte 2, a cargo del comisario Javier Specia, y se da tras una serie de episodios violentos que generaron una fuerte alarma social.
Desde Provincia afirman que la decisión fue consensuada en el marco de reuniones periódicas entre autoridades locales y provinciales de seguridad, y que venían trabajando desde hacía alrededor de tres meses en esta reestructuración. «Este cambio es algo que se viene charlando con la Provincia con el objetivo de mejorar el sistema de seguridad en la zona. El proceso se aceleró en las últimas semanas y se llevó adelante. Lo vemos como una buena noticia», expresaron desde el gobierno municipal.

La intervención no sólo incluyó a los jefes de ambas seccionales, sino también a todo el personal policial, algo poco habitual en este tipo de operativos. En los próximos días, se espera que se conozcan los nuevos nombramientos, quienes asumirán con la misión de recuperar la confianza vecinal y reforzar el control territorial en zonas críticas.
San Martín: Billinghurst y Suárez, enclaves narcos
Las comisarías afectadas cubren una zona densa y compleja, que abarca algunos de los barrios más populosos y conflictivos del distrito, ubicados dentro de un corredor que se extiende desde San Martín hasta Hurlingham, reconocido por tener una de las tasas más altas de homicidios de la región, generalmente ligados a disputas entre bandas dedicadas al narcotráfico.
La decisión de remover a las cúpulas policiales trascendió pocas horas después de que se registraran dos asesinatos en el marco de presuntos enfrentamientos narcos. Y aunque tanto desde Provincia como desde el Municipio evitaron vincular directamente los cambios con esos hechos, para los vecinos está claro que se trató por eso: «Esto ya no da para más, es cualquiera. Si no ponen policías en la calle nos transas se llevan puesto todo«, dijo a Zonales Gonzalo Farrei, vecino de Billinghurst.
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Uno de los casos que conmocionó a la comunidad fue el asesinato de Sebastián Carrillo, un joven de 27 años, militante del Movimiento Evita, que participaba también en Acción Católica, trabajaba como conductor de la aplicación Didi y estudiaba.
En la madrugada del domingo 14 de septiembre, Sebastián fue alcanzado por una bala perdida cuando intentaba cerrar la ventana de la casa de su novia, ubicada en el Barrio Independencia de José León Suárez. El impacto fue en el lagrimal izquierdo y ocurrió mientras se desarrollaba un intenso tiroteo entre bandas en las inmediaciones. La víctima fue trasladada primero a una sala de salud y luego al Hospital Evita, donde se confirmó su fallecimiento.

El crimen generó una fuerte movilización vecinal, con pedidos de justicia y reclamos para que las medidas no se limiten a lo administrativo. «Esto no fue un hecho aislado. En lo que va de esta semana, en el mismo barrio cuatro personas fueron heridas, de las cuales dos resultaron muertas», escribió entonces en sus redes sociales el referente local y exdiputado nacional Leonardo Grosso, quien además sostuvo que «en San Martín la violencia crece día a día. Los enfrentamientos entre bandas narco se volvieron moneda corriente y son nuestros vecinos los que pagan con sus vidas«.
El asesinato de Sebastián se produjo en una casa de dos plantas: en la planta baja funciona un centro comunitario y comedor, y en el primer piso vivía la novia de la víctima. Sebastián residía con su abuela en Villa Bonich, también en San Martín, y estaba en pareja hacía cuatro años. El lugar del hecho, entre Pasaje San Pablo y la calle 21 de Junio, queda detrás del Parque Industrial, muy cerca de la conocida Villa Curita, un punto donde suelen producirse tiroteos violentos.

Fuentes ligadas a la investigación describen que al menos cuatro bandas estarían disputándose el control del Pasaje San Pablo, considerado uno de los focos más codiciados para la venta de droga. Entre ellas se mencionan a los soldaditos que respondían a «La Gorda Laura» -detenida hace poco más de un mes por narcotráfico-, la banda de «Los Curu», más vinculada al robo callejero, un grupo liderado por «El Sicario», un hombre de origen paraguayo con base en La Matanza.
Por último hay que mencionar a un conjunto de transas del barrio 18 de Julio, donde históricamente operó Mameluco Villalba y su hijo Iván “El Salvaje” Villalba, ambos actualmente detenidos por narcotráfico y homicidios.
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La remoción total del personal policial en las dos comisarías marca un giro en la política de seguridad en San Martín, que enfrenta un momento crítico. Vecinos y organizaciones sociales esperan que las decisiones se traduzcan en una mayor presencia del Estado, con patrullajes efectivos, investigación criminal y, sobre todo, un mensaje claro: la violencia no puede seguir siendo parte de la rutina cotidiana.