La orden de detención fue emitida por el juez Ernesto Kreplak, quien instruye la causa por la partida 31202 del fentanilo contaminado fabricado por HLB Pharma. A través de 10 allanamientos, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Gendarmería detuvieron al dueño de la empresa, Ariel García Furfaro, junto con varios miembros de la plana mayor de la firma, entre ellos sus hermanos Diego y Damián García, que controlaban las actividades de los laboratorios.
También fueron arrestados otros directivos de la empresa, como Javier Tchukran, director general, y los directores técnicos Carolina Ansaldi, Víctor Boccaccio y José Antonio Maiorano. Además, se detuvo a Horacio Tallarico y Rodolfo Labrusciano, presidente y director suplente de la empresa Ramallo, otro laboratorio involucrado en la producción de los medicamentos.
En ese sentido, el impacto de este operativo es clave para avanzar en la investigación, ya que los peritos del Cuerpo Médico Forense confirmaron la presencia de bacterias en las muestras del fentanilo contaminado que contribuyeron al deterioro de la salud de los pacientes.Según el informe, al menos 12 de las víctimas fallecieron debido a complicaciones derivadas de la contaminación del fentanilo con las bacterias Ralstonia y Klebsiella, aunque no todos los decesos pudieron asociarse directamente a la droga.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el avance del caso, destacando «Las hacen, las pagan. Los responsables del lote letal de fentanilo, tras las rejas. Los culpables de las muertes por fentanilo contaminado ya no caminan libres. El cabecilla de la banda, a punto de ser detenido».
Según Bullrich, la operación, realizada por la Gendarmería y la PSA, hicieron un operativo impecable, a pedido de la Justicia. «Se acabó la impunidad: ahora deberán responder ante la Justicia, frente a las familias y a toda la sociedad».
Este es solo el primer tramo de la investigación, que se encuentra en una fase crucial. Ahora se espera la llegada de más documentación y los resultados de las historias clínicas pendientes, lo que podría aportar más información clave para determinar la responsabilidad de los involucrados en la producción y distribución del fentanilo contaminado.