Durante una reciente celebración religiosa que combina expresiones de fe y cultura tradicional, un episodio generó repudio y debate en redes sociales por lo que fue considerado un acto de maltrato animal en pleno espectáculo.
La crítica se dirigió puntualmente hacia una artista que se hace llamar «La Pilarcita», quien, en medio de su presentación musical, pidió a una persona montada a caballo que zapateara sobre el lomo del animal mientras ella continuaba tocando, como si se tratara de una muestra folklórica. El hecho fue calificado por asistentes y usuarios como una actitud “imprudente”, “innecesaria” y “profundamente irrespetuosa hacia los animales”.
“Un caballo no es una tarima ni un instrumento de entretenimiento, es un ser vivo que siente, que padece y que merece ser tratado con dignidad”, señaló una vecina a través de una publicación que rápidamente generó adhesiones. La crítica también hizo foco en la contradicción entre el supuesto homenaje a las tradiciones populares y las prácticas que, lejos de honrarlas, las distorsionan.
“El chamamé es una expresión de lucha, de raíz, de alegría y fe, y no puede ser usado como excusa para cualquier cosa”, enfatizó. Y agregó: “Una cultura que se dice del pueblo no puede sostenerse a costa del sufrimiento de ningún ser vivo”.
Además del repudio por el gesto en sí, el mensaje cuestiona el uso de una festividad religiosa como escenario para conductas que, según consideró, desvirtúan el sentido original de la peregrinación y la devoción. “Usar el nombre de una fiesta religiosa para justificar alcohol, descontrol o maltrato es un atropello al verdadero espíritu del catolicismo”, concluyó.
La situación reaviva el debate sobre los límites entre tradición y maltrato, especialmente en celebraciones populares donde la presencia de animales es frecuente. Grupos de protección animal también se hicieron eco del reclamo, exigiendo mayor conciencia y respeto en estos espacios.