No pudo ser. Rosario Central se despidió de uno de los torneos que protagonizó en lo que va de 2025. Dijo adiós aplaudido por su gente, que le reconoció el esfuerzo pese al resultado adverso. Una caída que duele, por la ilusión general que había, pero que no opaca el gran camino recorrido por los de Arroyito hasta el momento. De allí el agradecimiento de los hinchas por la labor realizada en este campeonato, en lo que debe ser tomado como un punto de partida de cara a lo que se pretende.
Con el esquema de siempre y lo mejor a disposición, el conjunto de Ariel Holan se vio sorprendido por la postura de Huracán de Frank Darío Kudelka, que salió con todo desde el comienzo. El Globo, bien trabajado, pobló la zona de volantes y complicó con las trepadas de Agustín Urzi y Walter Mazzanti por los costados. Además, ganó el duelo en la zona neurálgica: la mitad de la cancha. La sapiencia del ‘Colo’ Gil y el buen manejo de Matko Miljevic fueron siempre una compliación para el equipo auriazul.
Central estuvo totalmente desconocido en la primera mitad. Perdió la zona media, Franco Ibarra y Federico Navarro se vieron desborados, ofreció ventajas atrás y arriba contó con una de las peores versiones de sus hombres de ataque. Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz totalmente imprecisos e inconexos, mientras que Santi López alternó buenas y malas con el balón. En tanto, Enzo Copetti estuvo más preocupado por la lucha que por el juego, muy lejos del arco adversario.
El Canalla fue superado por su rival, que fue vivo para entender los momentos, en base a jugadores con oficio, y le hizo pagar la diferencia en el marcador. A los 20 minutos, tras un buen desdorde de Ibañez por izquierda, Mazzanti apareció por el sector izquierdo del fondo auriazul para conectar con un cabezazo certero que venció la resistencia de Jorge Broun. No era sorpresa, Huracán era más, y el Canalla estaba confundido, dubitativo e irresoluto.
Había un claro problema táctico: el equipo estaba partido, porque atacaban cuatro jugadores pero solo marcaban dos en el medio, ante un contricante que tuvo inteligencia para sacar ventaja por ese sector y obligar a los de Holan a saltar líneas por no poder sacar llimpia la pelota desde el fondo. Encima, la sociedad Malcorra-Campaz tenía una noche para el olvido, por lo que la generación de fútbol estaba en deuda.
Aún así, Central dispuso de un par de ocasiones para igualar la historia, como un cabezazo de Juan Cruz Komar que contuvo Hernán Galíndez sin problemas y otro remate de López dentro del área que se fue por arriba. Muy poco para unos flojos 45 iniciales. Había mucho que analizar y retocar de cara al descanso si se quería tener la esperanza de revertir la historia en la segunda etapa. Perdía bien, tenía que mejorar en el juego para cambiar el desenlace.
En el complemento, el Canalla tuvo otra actitud. Con más enjundia que fútbol, trató de empujar a Huracán hasta su arco. El Globo acusó el cansancio de haber jugado en la semana y se replegó cada vez más cerca de Galíndez. Tuvo una chance clara a través de Copetti, pero el platinado centro delantero se lo perdió solo de cabeza tras un buen centro de Campaz.
A puro centro, Central se fue arrimando cada vez más. Sin embargo, cada intento era correctamente despejado por la defensa quemera. Estaba difícil elaborar, Malcorra seguía sin ser conductor, mientras que Campaz remontó un poco su producción, pero sin socios para crear juego. Holan se la jugó con los ingresos de Gaspar Duarte y Tomás O’Connor, pero ninguno ofreció soluciones para buscar otra idea que no fuera la pelota detenida.Faltaban variantes en ofensiva.
Huracán también fue oportuno para consumir los minutos ante la desesperación auriazul, que hipotecó sus posibilidades a partir de esa primera etapa en la que nada salió. Una de esas presentaciones en las que la mano viene torcida para todo, como el pueblo canalla se había desacostumbrado a ver en este 2025. Los de Holan siguieron insistiendo, ya con lo que saliera, a la carga barracas.
Con espacios, los dirigidos por Kudelka dispusieron de dos situaciones para definir el trámite, pero primero se lo perdió Gil y después Broun le tapó el remate cruzado a Sequeira. El Canalla ya no tuvo armas para vulnerar a un rival utilitario, que supo utilizar las herramientas adecuadas para lastimar en el momento justo y después aguantar con aplomo los embates. Redondeó una justa victoria.
A pesar de la derrota, nada empaña el gran torneo que realizó Central en este Apertura, con una campaña espectacular, siendo que jugó más encuentros de visitante que de local. Pagó caró esa etapa inicial de desconcierto y después careció de respuestas futbolísticas para torcer el rumbo del partido. Le sobró corazón pero le faltó juego. Ahora, a pensar en cerrar este buen semestre con Unión por Copa Argentina.
