Increíble pero real, Central Córdoba se quedó con la hazaña que parecía utópica, empató cuando se moría el partido y en los penales, las manos de Ignacio Colombo fueron salvadoras. Una alegría inconmensurable, premio para un plantel que deja todo y que nunca especula.
En los 90 minutos hubo un cotejo donde el Tripero manejó las acciones pero el Charrúa no se refugió. Por el contrario, lo jugó lejos de su área, con los riesgos que ello implica.
Las mejores chances la tuvo el Lobo, con Colombo como protagonista, un mano a mano de Hurtado y un disparo de De Blasis que se fue muy cerca.
Pero había esperanza, porque cuando el Matador encontraba la pelota, intentaba jugar con inteligencia a partir de las triangulaciones.
Te puede interesar:
Central Córdoba volvió a hacer historia en la Copa Argentina: eliminó a Gimnasia y clasificó a octavos
En el complemento, los rosarinos mostraron signos de cansancio y el rival lo aprovechó con el tanto de Merlini.
Córdoba no tenia reacción, no llegaba al arco rival pero la diferencia era exigua y se podía creer en la utopía.
Y el milagro llegó en el último minuto con el gol de Marín, que hizo explotar al pueblo Charrúa.
Llegaron los penales, donde estuvo reñido, hasta que el golero Colombo tapó la bocha y le dio la clasificación histórica a Central Córdoba.
Una tarde inolvidable en San Nicolás, el Charrúa se regaló una victoria extraordinaria y el equipo de Teglia-Acoglanis se metió en la historia.