Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica activa un antiguo ritual que regula desde el entierro hasta la elección del nuevo pontífice. Según establece el protocolo vaticano, el entierro deberá realizarse entre el cuarto y sexto día posterior al fallecimiento y tendrá lugar en la Basílica de San Pedro, donde se expondrá el cuerpo para la despedida pública. Cabe recordar que el propio Francisco había realizado cambios en el protocolo ante la muerte de un Pontífice para simplificar el proceso. ¿En qué consisten esos cambios?
El cuerpo de Jorge Bergoglio será velado en la Basílica vaticana antes del funeral solemne, que será presidido por el decanato del Colegio Cardenalicio, y posteriormente será sepultado en las grutas vaticanas, tal como era su deseo.
En el caso de Francisco, se espera que la sepultura no se realice en el mismo lugar donde yacen otros papas como Juan Pablo II o Benedicto XVI. El pontífice había expresado en vida su voluntad de ser enterrado fuera del Vaticano, en la Basílica de Santa María la Mayor, aunque esto no fue confirmado oficialmente hasta el momento.
A partir de ahora, comienza la etapa conocida como “sede vacante”, durante la cual el camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell, asume temporalmente el gobierno de la Iglesia hasta la elección del nuevo papa.
Cambios en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis
El Papa Francisco realizó cambios en el protocolo ante la muerte del Santo Pontífice, con el objetivo de simplificar el proceso.
A través de la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, libro litúrgico que guiará los funerales del Papa, se modificaron y eliminaron algunos de los pasos:
– Se eliminaron los tres ataúdes tradicionales (ciprés, plomo y roble) y se dejó un solo de madera con un revestimiento interior de zinc.
– La constatación de la muerte se realiza en la capilla privada, no en la habitación del Papa.
– El cuerpo se pondrá en el ataúd y expuesto para la veneración de los fieles dentro del féretro abierto.
– El traslado al Palacio Apostólico no se realizará más, e irá directo a la Basílica de San Pedro.
– Durante la exposición, no se colocará el báculo papal junto al féretro.
– Ya no será más un entierro de doble o triple sepultura.
– Y el rito de los «novendiales», los nueve días que siguen al funeral, se ajustará con cuatro formularios de oraciones en vez de tres.