La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a una marcha para el próximo 30 de abril, en el marco del Día del Trabajador. Esta movilización llega tras el paro general del 10 de abril y busca continuar con la presión sobre el gobierno de Javier Milei.
Los sindicalistas han expresado su descontento con la situación económica del país, señalando especialmente la devaluación del peso, el aumento de la inflación y la falta de comunicación del gobierno en torno a estos temas. La movilización también está vinculada a las negociaciones de paritarias, donde los gremios han señalado que las ofertas salariales no logran seguir el ritmo del índice inflacionario.
La marcha del 30 de abril, comenzará a las 14 con una concentración en la intersección de las avenidas Independencia y 9 de Julio y culminará en el Monumento al Trabajo en Avenida Paseo Colón, en el Bajo porteño.
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Además, los secretarios generales cegetistas invitaron para ese mismo día a los gobernadores del peronismo para incorporarlos a una reunión con el Consejo Directivo de la central obrera en la sede de la calle Azopardo. Los mandatarios provinciales estarían encabezados por el bonaerense Axel Kicillof.
La protesta tendrá lugar después del tercer paro general que la central obrera llevó a cabo durante el gobierno de Javier Milei, aunque esa última huelga de la semana pasada tuvo acatamiento dispar a raíz del funcionamiento del servicio de colectivos.
Durante el último paro, el cosecretario general de la central Héctor Daer criticó la campaña publicitaria montada por el Gobierno contra el cese de actividades y dijo que se trató de un «mecanismo muy complicado que fue utilizado cuando se perdió la democracia».
«La medida de fuerza se llevó adelante por paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, aumento de emergencia para todas las jubilaciones y pensiones, actualización del bono y poner fin a la represión salvaje de la protesta social», aclaró el dirigente.
Con esta nueva marcha, la CGT mantendrá activo el conflicto con la gestión Milei en medio de la trama interna de la central, que tendrá que afrontar en noviembre una renovación de autoridades tras la división entre sus diferentes sectores.