Las primeras columnas de jubilados y gremios enrolados en la Confederación General del Trabajo (CGT) comenzaron a llegar en la tarde de este miércoles al Congreso Nacional, como parte de la tradicional movilización en defensa del sistema previsional, en la previa del paro general de 36 horas convocado por el movimiento obrero.
La manifestación, habitual como cada semana, cobró especial relevancia este 9 de abril por estar acompañada por la CGT y de las Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA). La protesta se desarrolla en la zona del centro porteño, frente al Palacio Legislativo, y busca visibilizar la situación crítica que atraviesan los jubilados, sumada al rechazo de las políticas del Gobierno nacional.
Multitudinaria demostración de fuerza que se visibiliza en las calles, a pesar del masivo operativo desplegado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, es solo la antesala del paro general previsto para este jueves 10 de abril.
Con una amplia adhesión de gremios estratégicos, la medida de fuerza afectará la movilidad, el acceso a servicios esenciales y el funcionamiento de gran parte del país. Sin embargo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que representa a los choferes de colectivos, ya anunció que no va a participar del paro.
El acompañamiento de la CGT a la concentración de los jubilados, se presenta frente a un Congreso que dispone un doble vallado y bajo un fuerte operativo policial con las Fuerzas Federales y con la amenaza de aplicar, si fuera necesario, el protocolo antipiquetes.
Los sindicatos de peso propio como La Bancaria, la UOM, SMATA, Camioneros y Sanidad, entre otros, confirmaron su participación para este miércoles. Según informaron fuentes sindicales, el acto central será en el centro de la Plaza Congreso a las 17.