Newell’s tuvo que dirimir la serie en la tortura de los penales, cuando en los 90 minutos tuvo las chances necesarias para llevarse la victoria. Si bien el elenco del Ogro no se impuso con autoridad, como se esperaba, fue más que el rival que sólo se dedico a defender y siempre buscó definir desde los doce pasos, donde la Lepra estuvo más fino.
La clasificación del elenco del parque fue merecida, porque a lo largo de todo el partido manejó la pelota y dispuso de no menos de seis jugadas claras para abrir el marcador, pero sus delanteros estuvieron erráticos, especialmente Cocoliso González, que tuvo una noche para el olvido.
En el primer tiempo, los rosarinos salieron a copar la zona media y a partir del fútbol periférico complicar al arquero rival, pero con el correr de los minutos, los marplatenses fueron controlando la situación y empezaron a bloquear con violencia, situación que permitió el juez Echavarría, de flojo desempeño.
Encima, Newell’s entró en el juego que le propuso Kimberley, ese nerviosismo se notó en el equipo hasta el descanso.
El complemento fue un calco de la etapa inicial, con llegadas muchas más profundas y en cantidad, pero la falta de puntería convertían al arquero Casas en figura, sin tener una actuación deslumbrante.
Es difícil analizar esta clase de partidos, donde un equipo superior en todos los aspectos debe someter a uno inferior, y cuando los minutos pasan y no se vulnera el arco rival, sólo por falta de profundidad, no hay mucho más para decir.
Párrafo aparte para la valoración que se le hace al equipo que sólo resiste y no ofrece absolutamente nada, ni siquiera tiene la valentía de salir a jugar el partido un poco más adelante, intentando atacar, se felicita a un equipo que se mete atrás y que juega a dar el batacazo en los penales, no solo en este partido, ponderando a Kimberley sino también ocurrió con Sportivo Las Parejas.
En los penales, la presencia de Keylor Navas tal vez sea de utilidad, puede impresionar a los ejecutantes rivales o no, esta noche le sirvió al Leproso, que estuvo correcto cuando debió disparar.
Newell’s crece de a poco, cuando espera o cuando tiene que atacar, no caben dudas que el Ogro Fabbiani está reconstruyendo un equipo desde lo futbolístico y anímico, un plantel que venía muy golpeado y que hace algunos cotejos empieza a creer que puede cambiar su presente y mira con ilusión el futuro.

