Tres estudiantes fueron acusados de haber abusado sexualmente a un compañero dentro del aula en una escuela de la provincia de Mendoza y tras el conocimiento del caso los agresores justificaron el accionar al destacar que se trató de un “juego” que habían sacado de la red social TikTok. Según fuentes locales, cuando sucedió el hecho se encontraba una profesora de inglés.
El aberrante caso sucedió en una escuela de la localidad mendocina de Godoy Cruz cuando una madre denunció ante las autoridades educativas que su hijo de 13 años había sido abusado por tres compañeros, de la misma edad.
Ante el conocimiento del hecho, se abrió una investigación en la Justicia Penal de Menores, que caratuló la causa como “abuso sexual con acceso carnal”. Sin embargo, los adolescentes no pueden ser juzgados, ya que son inimputables.
Tras las primeras averiguaciones y testimoniales de los menores, las autoridades explicaron que los tres confirmaron que dicha agresión la sacaron de un “juego viral” de TikTok. Uno de ellos inmovilizó a la víctima mientras otro le tiraba sustancia adhesiva -plasticola- simulando un líquido corporal como la eyaculación masculina, y el tercero procedió a agredirlo sexualmente, introduciendo sus dedos en la cola.
Revelaron que la agresión habría sido parte de un juego conocido en Tik Tok, donde los escolares reproducen prácticas de violencia sexual disfrazadas como “bromas” entre compañeros. El nombre del juego es conocido como “chifla chifla”, que consiste en tirar del pene hasta que el joven silbe con fuerza.
Para prevenir cualquier otros incidentes de esta características y respetar el cuidado de la víctima, la Dirección General de Escuelas (DGE) dictaminó reubicar a los agresores y que el chico agredido reciba asistencia psicológica.
De acuerdo a lo informado por el diario El Sol de Mendoza, se comprobó que el ataque sexual ocurrió dentro del aula, en plena clase de inglés, cuando otros alumnos y la propia maestra se encontraban dentro del salón, aunque sostuvo que no se enteró de lo sucedido.
La madre relató en su denuncia que se enteró de lo que le habían hecho a su hijo cuando fue a retirarlo de la escuela y notó una extraña actitud, por lo que le consultó si había pasado algo y allí el menor le contó el calvario vivido. “Lo encontré llorando desconsoladamente“, declaró en el expediente. Por su parte, el alumno relató cómo fue sujetado, le bajaron los pantalones en dos oportunidades, le apretaron los testículos y le metieron los dedos en el ano, todo mientras le decían frases obscenas.