En abril de 2018 el policía rosarino Juan José Raffo fue condenado a cinco años y diez meses de prisión por formar parte de una asociación ilícita cuyo jefe era Ariel Máximo “Guille” Cantero, jefe de la narcobanda Los Monos. Hasta el 11 de marzo pasado, cuando la Policía Metropolitana lo arrestó en la Ciudad de Buenos Aires, estuvo prófugo con pedido de captura de la justicia federal y de la provincial, que lo buscan para achacarle delitos similares por los que fue sentenciado.
El fiscal Luis Schiappa Pietra le atribuyó a Raffo haber formado parte de una asociación ilícita liderada por Cantero, y que también integraron Leandro “Pollo” Vinardi; Pablo Caminos; Guillermo “Chupa” Solsa y los policías Marcos Barúa y Luciano Arellano, entre otros.
“El objeto de la misma fue obtener dinero y mantener el dominio del liderazgo de la barra brava del club Newell’s Old Boys, lo cual les permitía a los integrantes de la asociación acceder a beneficios. Para su cometido llevaban a cabo diversos actos: amenazas a personas, usurpaciones de domicilios, abusos de armas, extorsiones y otros hechos delictivos”, describió el fiscal, para quien la banda funcionó al menos desde febrero de 2020 hasta noviembre de 2022.
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Schiappa Pietra ubicó a Raffo, dentro de la organización, como relacionado con Vinardi y Sosa, quienes manejaron en nombre de Cantero la barra leprosa. ¿Cómo? “Proporcionando información reservada de investigaciones judiciales a Guillermo Sosa, quien se encontraba prófugo en la investigación por el homicidio de Nelson Saravia”, anterior jefe de los paravalanchas del club del Parque Independencia.
Según la acusación, el 19 de abril del 2022 Raffo “le informó los avances y medidas de investigación sobre una causa relevante debido a que tenía información del avance en la investigación de un homicidio que constituye el móvil por el homicidio de Saravia. Pudo acceder a esa información gracias a su pasado como funcionario policial y por los vínculos que tenía con Luciano Arellano, en su momento brigadista de la Unidad de Homicidios de la PDI”. Arellano fue condenado en febrero de 2024 a 3 años de prisión efectiva y 6 años de inhabilitación especial para integrar fuerzas de seguridad.
De acuerdo a la investigación, a pesar de eser exhonerado de la fuerza y de haber cumplido la condena en la causa Los Monos, Raffo mantuvo vínculos policiales que le permitían proporcionarle información a los líderes de la asociación ilícita.
Además, “en ese mismo rol pero como asistente financiero de la organización, se encargaba de asesorar y proporcionar estrategias para obtener financiación” a los integrantes de la banda, “facilitando el movimiento de dinero a través del cambio de divisas extranjeras y otros negocios comerciales, entre ellos inmobiliarios”, sostuvo el fiscal.
Así, Raffo habría facilitado a Sosa cambio de divisas, “a sabiendas que el dinero que él obtenía era de procedencia ilícita”, de manera tal de “colocar en circulación el sistema financiero informal dinero en efectivo proveniente de las actividades ilícitas”.
El fiscal José Luis Caterina le atribuyó haber asesorado a Sosa entre abril de 2022 y enero de 2023 para la compra de dólares o depósitos de dinero en un CBU “trucho”, llegando incluso “a realizar operaciones de cambio de divisas por varios miles de dólares en varias ocasiones”.
Según la causa, Raffo intermedió entre Sosa y un hombre allegado a la Sociedad Brancatelli SA, ubicada en Mitre al 800, donde también funcionaba la casa Cambio Estelar SA, para cambiar pesos obtenidos en presuntas actividades ilícitas por dólares.
El juez Aldo Bilbao Benítez formalizó la acusación contra Raffo y le dictó prisión preventiva por 90 días al ex policía, según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).