Las fuerzas pakistaníes lograron este miércoles poner fin a una toma de rehenes que había mantenido en vilo a todo el país asiático durante 30 horas de intensos enfrentamientos. Según las autoridades, en la operación perdieron la vida 28 soldados y un paramilitar, mientras que «entre 32 y 35 terroristas fueron abatidos», según un alto responsable militar que pidió mantener el anonimato. Otras fuentes, sin embargo, informan de hasta 50 atacantes muertos durante el operativo.
Las autoridades sostienen que en total «168 rehenes fueron liberados el martes y 178 el miércoles», mientras que «28 soldados tomados como rehenes» murieron, así como un paramilitar que participó en las operaciones de rescate. El general Ahmad Sharif, en tanto, declaró a los medios que los insurgentes asesinaron a 21 de las personas que habían secuestrado. También el conductor del tren y un oficial de policía murieron durante el ataque.
Los asaltantes habían destruido una sección de la vía férrea y tomado el tren que viajaba de Quetta a Peshawar en la noche del martes, en Baluchistán, una empobrecida provincia rica en petróleo y minerales ubicada en el suroeste del país, donde proliferan los ataques separatistas. El asalto fue reivindicado por el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), el principal grupo separatista de la región, que limita con Afganistán e Irán.
Por su parte, Muhamad Kashif, alto funcionario de los ferrocarriles del gobierno, dijo a la agencia de noticias AFP que «más de 450 pasajeros a bordo» habían sido tomados como rehenes. Algunos de los que pudieron escapar el martes explicaron que tuvieron que andar durante horas por un terreno montañoso para ponerse a salvo. «No encuentro las palabras para describir cómo conseguimos escapar. Fue aterrador«, relató Muhamad Bilal, que viajaba con su madre en el tren de Jafar Express.
Jeeyand Baloch, portavoz del Ejército de Liberación del Baluchistán, dijo que el grupo estaba listo para liberar pasajeros si las autoridades dejaban en libertad a milicianos que estaban encarcelados. Las negociaciones no llegaron a ningún punto y las fuerzas de seguridad atacaron a los secuestradores.