El año pasado se confirmó el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por abuso sexual y desobediencia de una orden judicial por decisión de la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que resaltó el relato aportado por la denunciante, Melody Rakauskas. Ahora la mujer dio otro paso adelante contra el cacique peronista: pidió que la causa sea elevada a juicio oral para que en un debate se expongan las evidencias y sea la justicia la que resuelva en base a la acusación.
El último movimiento fuerte de la causa había sido a fines de octubre del año pasado, cuando Espinoza debía presentarse a hacerse pericias psiquiátricas y psicológicas. Sin embargo, el jefe comunal que durante tres años se negó a ser revisado psicológicamente, volvió a decir que no y nunca apareció a la citación argumentando que la denunciante tampoco se sometía a las mismas pericias que el acusado, más allá de que ese estudio para quien denuncia es voluntario y no obligatorio.
Antes, en agosto de 2024 Espinoza tampoco se había presentado a la mediación con la denunciante por la demanda que había iniciado la modelo por «daños y perjuicios» y evitó así ese incómodo cara a cara.

Ahora, según informó Primer Plano On Line, con el patrocinio del abogado Yamil Castro Bianchi, Rakauskas presentó el escrito firmado de puño y letra por ella misma en calidad de querellante. El texto ocupa 158 páginas y expone al detalle las “situaciones de violencia” que aseguró padecer a lo largo de los últimos años.
Doble crimen de Florencio Varela: la familia de Paloma y una inquietante sospecha que involucra a Josué
El escrito quedó en manos del juez Luis Alberto Schelgel, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 31, que se lo dio a la fiscal interviniente en la causa, Mónica Cuñarro, para que lo analice y realice una devolución con su punto de vista que puede coincidir con Rakauskas y avanzar con el pedido de elevación a juicio o ir por el sobreseimiento de Espinoza.
Según anticipó el periodista Luis Gasulla en LN+, Schelgel -el mismo que procesó al cirujano Aníbal Lotocki por «homicidio simple con dolo eventual»– ya tendría definido aceptar el pedido a juicio que hizo la modelo, que incluye entre otras cosas que Espinoza sea apartado de la gestión municipal hasta que se determine su culpabilidad o inocencia.
La denuncia de Melody Rakauskas a Fernando Espinoza
Rakauskas acusó a Espinoza de haberla abusado sexualmente mediante tocamientos impúdicos el 10 de mayo de 2021, en su departamento en la Ciudad de Buenos Aires. La presunta víctima había ingresado a trabajar a la secretaría privada del intendente de La Matanza tras la gestión de su novio de entonces, Gustavo Cilia, a su vez amigo de Espinoza.
Según el relato de la mujer que figura en el expediente, aquel 10 de mayo el jefe comunal fue a cenar a su casa por cuestiones de trabajo, lo que a ella le parecía extraño y la ponía incómoda. Él le contestaba que era normal porque era una persona conocida y no podía mostrarse en lugares públicos.
Durante la noche, siempre de acuerdo al testimonio de Rakauskas, Espinoza comenzó a quejarse de dolores cervicales y pidió que le hiciera masajes, a lo que ella se negó.

Luego, el intendente habría comenzado a besar los pechos de la víctima y a tocarla por encima de la ropa, mientras le decía: «Quédate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien«. Durante el forcejeo, Espinoza intentó bajarle los pantalones y le rompió la camisa, insistiendo en que le practicara sexo oral.
Melody Rakauskas logró resistirse, y finalmente la situación terminó cuando Espinoza, frustrado por no poder bajarle el pantalón, se vistió y se retiró del lugar, diciendo: «Bueno listo, ya está, se terminó todo, me voy, ya está, no te preocupes».
Polémica en Quilmes por su propia VTV: la Justicia la avaló para que tenga validez en todo la Argentina y países limítrofes
El 1 de julio de 2021, Espinoza desobedeció una orden judicial que le prohibía contactar a la víctima, intentando persuadirla para que retirara la denuncia. El impacto del abuso en Rakauskas la dejó traumatizada, requiriendo tratamiento psicológico y psiquiátrico, según contó.
Además de por “abuso sexual simple”, Espinoza fue procesado por “desobediencia”, por haber desoído la orden judicial de no contactar a la denunciante, quien relató que sufrió presiones de una expareja suya y también del propio intendente para convencerla de que retirara la denuncia. La jueza dispuso además un embargo sobre los bienes de Espinoza por $1.500.000.