Entre algunos de los motivos que le suben el precio al Superclásico de este sábado, el enfrentamiento de los directores técnicos es uno de los principales. Con un agregado: mientras uno camina al borde del precipicio en su octavo mes de gestión, el otro acaba de comenzar su segundo ciclo en una institución de la que es ídolo y referente.
Al margen de esa notoria diferencia, Diego Martínez y Marcelo Gallardo dirigen a dos equipos con rendimientos igual de discontinuos en una Liga Profesional que ya cumplió la mitad de su fixture. Y hay dos antecedentes que ayudan a imaginar cómo puede plantearse el duelo táctico en la Bombonera.
Superclásico y el agitado tiempo de Diego Martínez en Boca
Si bien llegó con respaldo directo y formal del presidente Juan Román Riquelme, Diego Hernán Martínez (46 años) generó una corriente de escepticismo entre los seguidores xeneizes. Su corto legajo en Primera División no inspiraba confianza, pese a que los resultados en Tigre (llegó a una final de Copa de Liga, justamente contra Boca) y en Huracán (lo salvó del descenso después de haberlo tomado en posición muy comprometida) avalaban a quien fue un esforzado volante por izquierda en el fútbol del Ascenso.
La desfavorable opinión mayoritaria empezó a torcerse después de un empate (1-1) en el Monumental, donde Boca se repuso de una inesperada desventaja al comienzo de la segunda etapa y, tras una paciente búsqueda, llegó a la igualdad en una gran acción colectiva resuelta por Cristian Medina. El equipo alcanzó un pico de nivel en Rosario para superar 3-1 a Newell’s Old Boys.
Ya en los cuartos de final del primer torneo de 2024, eliminó a River en Córdoba con un 3-2 que se quedó corto en función del desarrollo de los 90 minutos. Cuatro días después de esa victoria, Martínez apeló a una formación alternativa para visitar a Fortaleza, por la Copa Sudamericana, y ese 2-4 lo acabó por mandar al lado más difícil de la llave.
El día que el polémico Andrés Merlos quedó en el medio de otro escándalo con un arma de fuego en Lanús
Fuera del certamen internacional y con la cercanía del revés ante Racing, primera derrota en clásicos bajo la conducción de Martínez, Boca Juniors llega bajo presión al cruce ante River y es evidente que el entrenador juega su destino a corto plazo en esta parada.
La vuelta aclamada de Marcelo Gallardo a River
Una experiencia ingrata en Arabia Saudita, al menos desde el punto de vista deportivo, se combinó con las críticas despiadadas a Martín Gastón Demichelis para precipitar el regreso de Marcelo Daniel Gallardo (48) al banco de River Plate.
Hasta ahora el equipo no perdió, aunque solo en el 4-1 vs. Atlético Tucumán tuvo pasajes de brillantez. Sorteó sin sobresaltos la serie de octavos de final en la Copa Libertadores ante Talleres de Córdoba (3-1 el global) y rescató un empate útil de la capital trasandina frente a Colo Colo.
Gallardo tiene un largo historial contra el rival de toda la vida, dentro y fuera de la cancha. Y aunque no guarde un grato recuerdo de la última vez que pisó el escenario xeneize, una caída por 1-0 con gol de Pipa Benedetto, se siente confiado ante Boca y hasta puede permitirse guardar a algunos titulares para el compromiso del martes contra los chilenos.
Sin embargo, hay un dato que tal vez le provoque cierta inquietud al estratega: no pudo ganarle a un equipo conducido por Diego Martínez. Es verdad que se midieron solo dos veces, pero el Muñeco debe tenerlas presentes. Sobre todo la primera. Fue el miércoles 11 de mayo de 2022, en Núñez y en un mano a mano por los cuartos de la Copa de Liga. Un ordenado Tigre sorprendió a River venciéndolo por 2-1, con tantos de Facundo Colidio (hoy en el Millonario) y Mateo Retegui. Enzo Fernández convirtió el 1-1 parcial.
Un penal y un ascenso histórico de Talleres de Remedios de Escalada: así fue el primer título de Gustavo Quinteros, el DT de moda
Tres meses más tarde, un sábado a la noche, El Matador recibió a la formación de Gallardo en Victoria y el encuentro -parejo, sin muchas llegadas- concluyó 1-1. Miguel Borja y nuevamente Retegui señalaron los goles. ¿Cortará Marcelo esta mini racha adversa? ¿Zafará Diego del desafío de un clásico que asoma decisivo para su estabilidad? Lo sabremos en pocas horas.