Argentina cuenta con 69 jugadores que salieron campeones del mundo con la Selección mayor. Ricardo Pellerano, sin haber lucido nunca la celeste y blanca, se dio el gusto de haber sido partícipe en el debut de dos de las figuras más relevantes del fútbol argentino durante el último medio siglo: Diego Maradona y Norberto Alonso.
Sus comienzos en River
Pellerano hizo las categorías inferiores en el Millonario, debutó en 1970 y convirtió un gol en 44 partidos. El Bicho transitó una etapa difícil de River Plate, que a pesar de tener grandes planteles acumulaba varios años sin salir campeón. El defensor permaneció en Núñez hasta fines de 1973 y se fue sin títulos.
Sin embargo, le queda el orgullo de haber asistido a un hecho histórico: fue titular el día del debut de Norberto Osvaldo Alonso, una de las máximas glorias riverplatenses. El Beto hizo su estreno el 8 de agosto de 1971 en cancha de Atlanta, en una derrota 2-1 ante el Bohemio. En 15 años de carrera, Alonso ganó todo con River (nueve títulos en total) y el Mundial con la Selección.
El Bicho Pellerano al Bicho de La Paternal
Pellerano pasó de River a Argentinos y se convirtió en un valor importante. Disputó 178 partidos en sus dos etapas entre 1974 y 1979 (tuvo un ciclo en Quilmes, donde jugó los torneos Metropolitano y Nacional del 77, mientras se formaba el equipo que al año siguiente sería campeón del fútbol argentino).
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Pellerano se hizo muy amigo de Francis Cornejo y el entrenador de los Cebollitas lo invitó un día a ver a la figura que se venía: el Bicho lo comparó enseguida con el Beto Alonso y le recomendó al DT de Argentinos que lo subiera a Primera. Sin embargo, Juan Carlos Montes decidió esperar unos meses para hacer debutar a Diego Armando Maradona. Recién se animó unos días antes de que Pelusa cumpliera 16 años.
La historia de Ricardo Pellerano con Diego Maradona
Ricardo Pellerano puede presumir de haber estado en la cancha de Argentinos Juniors el miércoles 20 de octubre de 1976, cuando el 10 se presentó en sociedad con la 16 en una derrota 1-0 ante Talleres. La relación entre ellos siempre fue de afecto mutuo.
Como capitán y referente del plantel, el Bicho solía aconsejar mucho a Diego e incluso hablaba con Claudia Villafañe y con los padres de ambos. Sus carreras los distanciaron (Pellerano se fue a Ecuador y al poco tiempo largó el fútbol, mientras que Maradona desembarcó en Boca y luego emigró a Europa) pero nunca perdieron el vínculo.
Cuando Diego fue director técnico de Deportivo Mandiyú junto a Carlos Fren, convocó a Pellerano para que fuera su ayudante: siempre le gustó su manera de ver el fútbol. El astro solía prestarle un auto para que Ricardo se fuera cada 15 días a Rosario.
Al terminar su aventura en Corrientes, Diego decidió regalarle el VW Gol que Pellerano manejaba, como muestra de agradecimiento y de cariño. Se reencontraron en un homenaje al periodista Sergio Gendler, en cancha de Argentinos en 2019. Diego lo invitó a Estancia Chica y fue a ver al Gimnasia dirigido por el 10 y Sebastián Méndez.
El legado Pellerano
Existen varios casos de futbolistas cuyos hijos siguen su camino. En Argentina están los Higuaín (Jorge padre y sus hijos Gonzalo y Federico, todos retirados); los MacAllister (Carlos tuvo a Kevin, Alexis y Francis, todos profesionales) y los Simeone (Diego, vigente como DT, y su hijo Giovanni). Incluso está el caso de los Verón: a Juan Ramón padre y Juan Sebastián hijo se sumó Deian, hoy en Chile, los tres surgidos de Estudiantes de La Plata.
Los hijos de Ricardo Orlando hicieron una larga carrera. Cristian Alberto Pellerano se retiró el año pasado: fue un volante central que disputó más de 700 partidos en los 13 equipos por donde anduvo. Con inferiores en River y All Boys, debutó en Atlanta. Fue campeón con Arsenal, Independiente, América de México, Tijuana (donde jugó con su hermano) e Independiente del Valle.
Además, tiene un récord particular: junto a Claudio Morel Rodríguez es el máximo campeón de la Copa Sudamericana (ganó una con el Rojo y dos con el equipo ecuatoriano).
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Hernán Darío Pellerano es un defensor central que también formó parte de las formativas del Millonario y del Albo. Luego pasó a Excursionistas y finalmente a Vélez, equipo en el que debutó en 2003 y jugó hasta 2008 (campeón en 2005). Después tuvo pasos por España, México, Paraguay, Perú y Ecuador (ganó dos títulos con la Liga de Quito).
En Argentina también vistió las camisetas de Newell’s Old Boys, Independiente y San Martín de Tucumán. Actualmente está en Gimnasia y Esgrima de Jujuy, próximo a cumplir 40 años y superando ya los 500 partidos de una larga carrera.