El 22 de enero pasado, el mundo del fútbol argentino se enteraba de una noticia conmocionante. El mediocampista Luciano Perdomo, capitán de Chacarita Juniors y que fuera elegido como uno de los mejores jugadores de la última temporada de la Primera Nacional, había chocado en una ruta cerca de San Miguel del Monte.
Fue internado de urgencia y peleaba por su vida. Su estado era crítico y hasta se dijo que podría verse obligado a retirarse del fútbol. Iba en su auto hacia el entrenamiento de su equipo en el predio de la UTA en Moreno y su vehículo se incrustó debajo de un camión.
Sufrió heridas graves, de diversa consideración, su rostro se llenó de fracturas, quedó casi desfigurado. Estuvo hospitalizado una semana en coma inducido en un centro de salud. El 9 de febrero pasado le dieron el OK para que siga el tratamiento de rehabilitación en su casa. Ni los médicos acreditaban lo rápido que se recuperó.
Luciano Perdomo: «Quiero ascender con Chacarita»
Este viernes Luciano Perdomo reapareció en público con un mensaje lleno de fortaleza que emociona no solo a los hinchas del Funebrero sino a todo el fútbol argentino: «Extraño la pelota, quiero ascender con Chacarita. Fue como volver a nacer. Fue bastante duro para todos, pero ya con la fuerza y las ganas de salir adelante”.
«Me acuerdo poco la verdad. Me acuerdo el pantallazo del camión y nada más. Iba a entrenar, calculo que fue una negligencia mía, que no me di cuenta, en algo me habré distraído. Después fueron segundos que me bajé de la camioneta, me acuerdo de eso y después ya no me acuerdo mucho», explicó en una entrevista con F90 por ESPN, este viernes a la tarde.
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El mediocampista agregó: «En un momento no sabía en qué auto había chocado. Si era el de mi vieja o el mío. Tuve una laguna ahí cuando volví. Me di cuenta que había estado una semana en coma, que empecé a entender la situación. Abrí los ojos y todos se sorprendían que hablaba, que decía oraciones de corrido, que me quería bajar de la cama».
“Yo pude salir solo, la camioneta se prendió fuego. Yo bajo, me sangraba la nariz, lo recuerdo. Nosotros nos alejamos con el camionero que me socorrió, que estuvo muy atento, se quedó siempre conmigo. Agradecerle a él también porque estuvo muy bien, me ayudó. Justo estaba pasando Gendarmería y justo volvía una ambulancia para Monte. Me levantó y me llevaron«, rememora el Puchi.
«Choqué a eso de las 8 menos 10 y a las 8 estaba en el hospital. Me acuerdo que estaba muy asustado porque largaba mucha sangre pero estaba consciente, quería escupir y me decían que espere y me traían un balde. Me acuerdo que llega Sofi (su pareja), justo. Le dije ayudame por favor nada más, porque me sentía muy mal. No sabía qué me pasaba. Después me intubaron y me durmieron. Ahí me trasladan y pasó una semana, que yo pensé que había sido un día nomás», detalló.
Y cerró: «El día que vuelva a jugar voy a estar muy feliz, muy contento de estar de vuelta. Pienso todos los días ese momento«.
Puntal del Funebrero, Perdomo fue uno de los protagonistas de la última temporada 2023, más allá de haberse quedado sin la posibilidad de conseguir el ascenso a la Liga Profesional, que al final quedó en manos de Independiente Rivadavia de Mendoza y Deportivo Riestra, quien finalmente ascendió a la A.
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Perdomo atravesó una insólita situación en aquella definición, ya que se quedó al margen del partido decisivo después de que el árbitro Andrés Merlos lo amonestara en el partido contra Estudiantes de Buenos Aires. Lo raro es que el propio jugador le había pedido que le mostrara la amarilla -que sería la quinta y acarrearía una suspensión- cuando su equipo iba ganando y se aseguraba el pase a la final por el primer ascenso.
La tarjeta, sin embargo, llegó cuando intentó separar en un tumulto después de que su rival empatara el encuentro. Así, el futbolista se perdió el duelo ante Atlético Rafaela, donde el Funebrero finalmente se quedó al margen de la definición, ya que fue superado en la tabla de posiciones por Independiente Rivadavia.
En 2016 Perdomo dio positivo en un control de doping, tras el encuentro que el Lobo platense jugó ante Colón como visitante en Santa Fe, por la fecha 26 del por entonces torneo de Primera División. El informe indicó el se trató de una «droga social». Entonces, el propio jugador reconoció su responsabilidad. Fue suspendido por un año a lo largo de 2017.