Los padres de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes a la salida de un boliche en enero de 2020 en Villa Gesell, fueron recibidos por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien les transmitió que «siempre» va a estar «del lado de las víctimas».
“A pocos días de cumplirse cuatro años del brutal homicidio de Fernando Báez Sosa en manos de una patota, recibí a sus papás, Silvino y Graciela. Hechos trágicos como el de Fernando son heridas que afectan a toda la sociedad. Personalmente siento en el alma el dolor y la angustia de esta familia”, expresó la funcionaria en su cuenta de X.
“Nosotros vamos a poner todo nuestro esfuerzo y voluntad para que no mueran más jóvenes en nuestro país. Para esto, tenemos dos consignas muy claras: siempre estamos del lado de las víctimas y el que las hace, las paga. Esta es nuestra filosofía. Por eso vamos a estar de su lado”, completó Bullrich.
A pocos días de cumplirse cuatro años del brutal homicidio de Fernando Báez Sosa en manos de una patota, recibí a sus papás, Silvino y Graciela.
Hechos trágicos como el de Fernando son heridas que afectan a toda la sociedad. Personalmente siento en el alma el dolor y la angustia… pic.twitter.com/FGFmw2hmS2
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 8, 2024
El encuentro con Graciela Sosa y Silvino Báez se produjo en la sede de la cartera. Al término de la reunión, Bullrich contó que los padres de Fernando encabezarán el 18 de enero próximo, al cumplirse el cuarto aniversario del crimen, una marcha en las escalinatas del Congreso en pedido de una condena firme.
Días atrás se produjo otro crimen que recordó al de Fernando, cuando un grupo de jóvenes mató a Tomás Tello en una playa de Santa Teresita. La madre de Fernando expresó que a raíz de lo ocurrido con Tello sintió «miedo» y que espera que «no se cambie la mirada que tiene la Justicia» sobre lo ocurrido.
Fernando Báez Sosa fue asesinado la madrugada del 18 de enero del 2020 a la salida del boliche «Le Brique», en pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell, tras ser atacado a golpes por un grupo de jóvenes que acababan de ser expulsados de la disco.
Horas después del homicidio, los condenados fueron detenidos en la casa de veraneo que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, y quedaron alojados en la Alcaidía 3 de Melchor Romero, en La Plata, donde siguen detenidos.