Cuatro combatientes de Hezbollah murieron este jueves en un ataque aéreo israelí en el sur del Líbano, luego de que el líder del grupo amenazara con vengar la muerte del número dos del movimiento islamista palestino Hamas en un presunto bombardeo israelí en Beirut.
El partido islamista Hezbollah y el Ejército israelí han estado intercambiando disparos casi a diario en la frontera entre Israel y el Líbano desde que comenzó el actual conflicto en la Franja de Gaza que enfrenta a Israel y a Hamas, el 7 de octubre.
El movimiento libanés, que en 2006 peleó una guerra de un mes con Israel durante la cual sufrió intensos bombardeos en sus bastiones de Beirut y el sur del Líbano, dijo que sus cuatro miembros murieron en un ataque nocturno en la localidad limítrofe de Naqoura.
Los combatientes, entre ellos un responsable local, murieron cuando la aviación israelí «efectuó ataques en el centro de Naqoura que destruyeron una vivienda y dañaron casas aledañas», informó la agencia de noticias libanesa ANI, que citó a fuentes de seguridad.
Al menos 129 combatientes de Hezbollah y más de 20 civiles, entre ellos tres periodistas, murieron en ataques israelíes en el sur del Líbano desde el 7 de octubre.
Nueves soldados y cinco civiles murieron del lado israelí de la frontera en ataques de Hezbollah con cohetes o proyectiles antitanque.
El líder de Hezbollah, jeque Hassan Nasrallah, prometió el miércoles combatir «sin límites» si Israel declara la guerra al Líbano y vengar la muerte del número dos de Hamas, Saleh al-Arouri, muerto un día antes en un ataque de un dron presumiblemente israelí en el sur de Beirut.
«Este peligroso crimen» de Al-Arouri no quedará «sin respuesta y sin castigo», dijo, sin dar más detalles.
Israel prometió matar a todos los líderes de Hamas luego de que milicianos del grupo infiltrados desde Gaza asesinaran a unas 1.200 personas, la mayoría de ellos civiles, y tomaran a unos 240 rehenes, incluyendo una veintena de argentinos, el 7 de octubre.
El Ejército israelí lanzó ese día una ofensiva en la Franja de Gaza, el territorio costero controlado por Hamas, que ha dejado más de 22.300 muertos y provocado la huida de sus hogares del 85% de sus 2,3 millones de habitantes.