En la avenida Güemes de la localidad bonaerense de Haedo, partido de Morón, sigue de pie el histórico Shopping Al Oeste. Un centro comercial que supo ser emblemático -especialmente durante la década del ’90- y que ahora se limita a resistir con una cadena de cine, unos pocos locales de cómida rápidas y algún que otro comercio. Uno de ellos es un parque de diversiones. Un tenebroso parque de diversiones.
Sin embargo, lo que más caracteriza hoy al mítico shopping son sus perturbadoras instalaciones, que entre el abandono, la poca luz y la escasa gente que pasea por allí hacen que parezca la escenografía de una película de terror. De hecho, uno de los locales acapara todas las miradas: es Neverland el parque de diversiones que desde hace al menos 10 años registra «eventos paranormales», según sus empleados.
Hace un tiempo que el Neverland de Haedo ya no registra la luminosidad y la alegría de ese tipo de lugares. Y la respuesta es un secreto a voces en el Oeste: algunas «presencias» y extraños sucesos influyen en que no sea el lugar favorito de los más chicos.
Haedo: el macabro testimonio de una empleada del parque de diversiones
Denisse Rodríguez (18) es una de las empleadas de Neverland que experimentó las aterradoras experiencias del Neverland de Haedo. Ya desde que ingresó, sus compañeros le decían que veían cosas extrañas. «Pensé que lo hacían para molestarme», contó la joven a TN. Como en toda película de terror, estas cosas empiezan sin creerse.
Tras menos de un mes de trabajar en el lugar, mientras limpiaba el suelo con una mopa, de repente notó la marca de una huela. Era de un niño. ¿El detalle? Los niños en los juegos están con zapatos. No pueden estar descalzos, explica Denisse. «No tiene explicación».
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Ese suceso fue el detonante para que dos compañeras le contaran a Denisse que, hace mucho tiempo, se empezó a ver en el lugar la figura de un hombre y la de una niña, que incluso hablaba. «Hace años había una empleada que estaba yendo a los vestuarios y escuchó la voz de una nena que le decía ´hola, ¿cómo estás?´ y cuando se fijó no había nadie», contó.
¿El trágico pasado del Neverland de Haedo?
Tras varios episodios de este estilo, trabajadores del lugar dieron con un dato que explicaba mucho de lo que sucedía en Neverland. Es que otro parque de diversiones había funcionado en ese mismo lugar y tuvo que cerrar luego de una tragedia.
“Había un juego donde te enganchaban y te subían a una plataforma altísima. Uno de los empleados que la manejaba no chequeó bien y una chica de 15 años salió disparada por el aire y murió”, relató Denisse, quien sospecha que uno de los fantasmas que hay en el lugar podría ser el de esa chica.
Lo que sí es un misterio es la presencia del hombre. Puede ser el padre de la niña como alguna persona que -sospechan- pudo haber muerto durante la construcción del shopping.
Los sucesos más extraños y el inminente final de Neverland
Denisse contó que, a principios de este mes, una empleada abrió el salón y escuchó ruidos de gente corriendo en las oficinas. Así, en dos oportunidades. Cuando subió a corroborar, no había nadie.
A su vez, durante las mejores épocas del parque de diversiones de Haedo -cuentan que hace no más de seis años funcionaba muy bien- debían limpiar el recinto a la madrugada. Fue una de esas noches cuando una empleada vio a un hombre parado arriba del simulador. Su compañera no podía verlo. Pero la «testigo» lo describió como alguien de 40 años, de aproximadamente 1,70 metro.
Desde sentir que les tocan el brazo o los empujan y no hay nadie a todos estos episodios. La única solución que encontraron por el momento los empleados del Neverland de zona oeste es dejar varias luces prendidas a la noche, o encender los juegos entre dos personas.
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Sin embargo, ya son los últimos días del lugar. Oficialmente, la situación económica es el principal motivo. Son juegos costosos y va poca gente. Todavía no confirmaron quién ocupará el misterioso espacio que quedará vacío desde el 31 de diciembre, cuando Neverland cierre definitivamente sus puertas en la localidad de Haedo.
«Yo no sé si es por eso que cierra. Creo que mucha gente dejó de ir por este rumor de los fantasmas. Y yo incluyo entre esa gente. Ese lugar tiene una vibra rara, desde chica lo sentía», contó Cecilia Harrison, que vivió durante años en Haedo y que hoy, ya mamá de dos chicos, no duda: «Habiendo tantos lugares para ir, para qué arriesgarse a pasar un mal momento»