El número de Iglesias atacadas, incendiadas, profanadas en el mundo, va en rápido aumento, lo mismo que el martirio de cristianos, que se cuenta por miles anualmente. Cientos de miles de personas afirman abiertamente ser brujas, practicantes de ocultismo y/o satanistas.
Los valores morales fundamentales son cada vez más desafiados, y últimamente hasta negadas las leyes de la naturaleza con que el hombre fue creado. Estatuas del demonio Baphomet están siendo consagradas públicamente, mientras los exorcistas insisten que los ataques demoníacos a las personas son cada vez más comunes.
Aquí hablaremos sobre por qué está escalando este ataque demoníaco, cómo cada víctima se auto elige para ser primero infestada y luego eventualmente oprimida y poseída por los demonios, y cómo protegerse de esto.
El 13 de octubre de 1884 León XIII tuvo una visión de satanás acercándose al trono de Dios, jactándose de que podía destruir la Iglesia. El Señor le recordó que su Iglesia era indestructible, pero satanás lo desafió, “concédeme un siglo y más poder a quienes me sirvan, y yo la destruiré” y nuestro Señor se lo concedió.
Ya se cumplió el siglo, y el demonio no pudo destruir la Iglesia, pero la ha dañado y ahora el Señor está en el proceso de quitarle el poder que le otorgó. Por eso el demonio está haciendo un esfuerzo último y monumental para llevarse a la mayor cantidad de gente, y ha redoblado sus ataques y entonces es necesario que tengamos muy claro cómo protegernos.
Los demonios pueden asustar a las personas e influir en sus sentimientos y, a veces, en sus pensamientos, pero no pueden hacer mucho más si las personas no les dan un permiso, o sea si no les abren las puertas, directa o indirectamente, a través de sus pecados. Dios no desea que los demonios dañen a las personas, pero no viola nuestro libre albedrío, si elegimos llamar a los demonios a través de nuestros pecados.
Y, por otro lado, debemos tener en cuenta, que cuando Dios permite que suframos el ataque demoníaco, generalmente es para alentar nuestro crecimiento espiritual o mostrarnos la realidad del mundo espiritual, que cambiemos y nos salvemos.
¿Y cómo es esto de que cada uno se auto elige para ser atacado?
Se auto elige al otorgarle derechos consciente o inconscientemente al demonio, por ejemplo, el derecho a oprimir a una persona suele otorgarse al demonio cuando abrimos la puerta al ocultismo, a la magia negra, a relaciones con las personas equivocadas, cuando violamos los mandamientos, etc.
Lo mismo puede decirse de las casas.
Cuando hacemos bendecir una casa, marcamos ese territorio para Dios, pero lo contrario sucede con la magia negra y las graves violaciones a los mandamientos de Dios que puedan suceder en la casa actualmente o hayan sucedido en el pasado.
Una vez que tengan los derechos, los espíritus malignos no abandonarán su objeto de ataque sin ser obligados a hacerlo, porque Dios respeta su derecho. De modo que cuando se produce una infestación de espíritus malignos y son expulsados, luego hay que reclamar a la persona o a la casa para Dios, si no comprendemos esto estaremos frágiles para enfrentarnos a los demonios.
Por ejemplo, un truco común de los demonios es aparecer como el “fantasma” de un ser querido, un niño enfermo o alguna figura positiva, como un “espíritu guía sabio” o un ángel santo. El espíritu aparentemente servicial o necesitado presionará para que haya más comunicación e interacción, y luego obediencia.
Este fue el caso del exorcismo más antiguo que ha sido relatado en detalle, el de Nicole Aubrey en el siglo XVI, la joven Nicole fue al cementerio en 1549 a rezar ante la tumba de su abuelo fallecido hacía dos años, porque había sido educada para orar por sus seres queridos muertos.
Oró por su rápido paso por el Purgatorio, y de repente, un hombre apareció frente a ella y le dijo que era su abuelo, que había sufrido mucho en expiación por sus pecados y que durante su vida había prometido hacer ciertas peregrinaciones, pero había descuidado su promesa.
Le habló de tres peregrinaciones a lugares santos en Francia y pidió que Nicole pidiera a su marido y a sus tíos que fueran en su lugar. Nicole confió su extraña historia a su familia y con esto otorgó un permiso al demonio a los ojos de Dios.
El marido y los tíos de Nicole comenzaron a hacer peregrinaciones con la falsa impresión de que eso era lo que se necesitaba, pero cuando regresaban encontraban a Nicole peor, temblaba convulsivamente y cuando intentaba ir a misa, era arrebatada por una fuerza invisible y arrastrada fuera.
Cada vez era peor, entonces su familia preguntó qué más se podía hacer para satisfacer al espíritu, y ella reveló que su abuelo quería que peregrinaran a Santiago de Compostela, y que la dejaría sorda, muda y ciega hasta que fueran.
Ya era demasiado y afortunadamente intervino el Abad Lautrichet, un hombre bueno y santo, y lo suficientemente riguroso para enfrentarse al espíritu y hacerlo revelarse, y expulsó a 30 demonios con varias sesiones de exorcismo, entre ellos a Belcebú.
En este caso vemos cómo la infestación escaló hacia la opresión, cuando Nicole abrió la puerta al comenzar a cumplir los pedidos del demonio. En la opresión el demonio ejerce presión emocional, psicológica, física y espiritual sobre la víctima, haciendo que ceda y acepte un control cada vez más completo.
Esto puede tomar la forma de depresión, alejamiento de amigos y familiares, y problemas de ira que lo hacen para desgastar emocionalmente a la víctima y aislarla de las personas que se preocupan por ella, también afectan los pensamientos de la víctima.
Que puede tomar la forma de paranoia, desconfianza en los demás, creencias irracionales, pensamientos intrusivos que parecen venir de otra parte y lo hacen para desgastar el sentido de la realidad de la víctima y hacerla más vulnerable.
Le afectan el sueño y la víctima suele sufrir pesadillas, descansar poco, despertarse a menudo, producen voces que suelen animar a la víctima a hacer cosas negativas y evitar a las personas positivas, hacen que la víctima experimente emociones negativas cuando percibe cosas santas.
Y por ejemplo la víctima llega a no poder escuchar las palabras de alguien que reza o no percibir palabras asociadas con Dios, o ven imágenes aterradoras superpuestas a imágenes sagradas, etc.
Hacen que aparezcan símbolos en el cuerpo de la víctima en forma de ronchas y finalmente llegan a apoderarse del cuerpo de la víctima de forma limitada.
¿Y cómo podemos defendernos de todo esto?
Primero, combatiendo la infestación demoníaca para que no escale a la opresión y luego a la posesión, retira cualquier objeto posiblemente maldito de tu casa.
Haz bendecir la casa y luego el umbral, para resistir que los demonios regresen a la casa una vez expulsados por las oraciones y bendiciones, coloca un símbolo religioso bendito a la vista en cada habitación.
Anima a las personas de la casa a desarrollar una relación positiva con Dios y fortalecer su vida espiritual, aléjate de las personas equivocadas, e insiste que los demás lo hagan, frecuenta los sacramentos de la Iglesia, reza diariamente el Rosario, y oraciones de liberación, y vive en gracia con Dios.
Recuerda que somos nosotros, con nuestras acciones, los que elegimos abrir puertas a los demonios y darles derechos.
Hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo la persona se auto elige de alguna forma para ser atacada por los demonios, y cómo protegerse.
Y me gustaría preguntarte si conoces personas que tengan estos síntomas de ataques demoníacos que hablamos o no.
Del Foro del la Virgen