Belén Mateucci, la argentina que fue detenida el martes durante los incidentes entre la policía brasileña y parte del público que estaba en el Maracaná de Rio de Janeiro en el triunfo de la Selección contra Brasil, no es una hincha cualquiera.
Su padre, Walter Mateucci, es uno de los barrabravas argentinos más famosos. Fanático de River como ella, fue uno de los fundadores de los Borrachos del Tablón, la temida barra del club de Núñez que hoy pugna por volver a entrar al Monumental, un lugar prohibido al que no acceden desde 2019.
Belén fue detenida luego de haber sido acusada por racismo en un hecho confuso que se dio durante el entretiempo del partido entre Brasil y Argentina: las autoridades cariocas aseguran que la mujer agredió verbalmente a un empleado brasileño, pero quienes la acompañaban sostienen otra cosa, que el conflicto fue porque una vendedora de bebidas se negó a atenderla por tener puesta la camiseta albiceleste.
Belén es una de las hinchas más reconocida en el mundo de la Selección argentina. Junto a su padre Walter, de 84 años, que entre otros apodos se lo conoce como «El Aguila» en el submundo barra, viajaron al último Mundial en Qatar y también había viajado a Río de Janeiro para presenciar el encuentro ante Brasil.
«Había un clima de fiesta, todos estaban con entradas. Belén ingresó temprano y me empezó a mandar audios y videos para que publicáramos en las redes sociales», le contó a TN Lorena, alias Campi, quien maneja la cuenta de Instagram de un grupo grande de hinchas argentinos.
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«En el último audio que tengo de ella dijo: ‘Campi, no sabés cómo nos está pegando la Policía. Esto nunca lo viví’. Al rato me comuniqué con otro de los chicos y me dijo que Belén estaba detenida», agregó Lorena. Lo que pasó luego fue un misterio. Según la agencia Télam la mujer fue detenida por haber insultado a un empleado del Maracaná, a quien habría llamado «pedazo de mono».
Belen Mateucci, la argentina que sigue detenida en Brasil
Sin embargo, sus compañeros desmienten esa versión. Aseguran que cuando ocurrió la represión, la mujer entró a la cancha junto a otras dos chicas. Tras darse cuenta que le habían robado el celular, volvió a entrar a la tribuna para hablar con gente de seguridad con el objetivo de que la ayuden a encontrarlo.
«Les dijeron que no sabían nada, así que antes de ingresar a la tribuna pasaron por un puesto de bebidas para comprar un agua. En ese momento no había nadie, y la vendedora se negó a venderle una bebida. Justo terminó el primer tiempo y se empezó a llenar de hinchas brasileños. Belén vio que a ellos sí los atendía y comenzó a discutir». El grupo de argentinos sostiene que Belén recibió un golpe de parte de la mujer brasileña. Tras la discusión fue detenida.
Belén fue trasladada al Servicio Penitenciario de Benfica, donde sigue detenida. «Está sin su ropa y le sacaron los medicamentos que toma», indicaron sus allegados. Ni su padre Walter puede llevarle comida. Lorena, angustiada, afirmó: «No sabemos nada de ella».
Su padre, Walter, es un hombre con contactos y ni siquiera él pudo destrabar aún la situación. Mateucci tiene historia en el tablón. Junto al rosarino Carlos Pascual, el famoso Tula, es uno de los hinchas más reconocidos de la Albiceleste. Con él comparte el récord de presencias en 13 ediciones de la Copa del Mundo (arrancaron en Alemania 1974 y nunca faltaron), sino que compartió historias, anécdotas y hasta se hospedaron juntos varias veces.
Pero las cosas no terminaron bien entre ellos. Hace unos años empezaron los primeros chispazos y tras el Mundial de Qatar y la entrega de los premios The Best de la FIFA, cuando Argentina se ganó el reconocimiento de ser la mejor hinchada del mundo, «se terminó de pudrir», como le cuenta a Zonales «Ricky», miembro actual de los Borrachos del Tablón.
Mateucci cuenta su versión de los hechos: «Ese premio era para mi. Me llamaron de la Conmebol para avisarme que había un premio para la hinchada de Argentina y que yo era la persona indicada para recibirlo. Lo llamé a Tula y le dije: ‘mirá, si me llegan a llamar, les voy a decir que vas conmigo, y si te llaman a vos, hacé lo mismo. No me dijo nada y resulta que después apareció él en París«, expresa el barra millonario
Es un hombre con miles de kilómetros caminados en las calles del Palermo Viejo y bravo de antaño, que también regenteaba un local de ropa en la Galería Bond Street del centro porteño. «Todos los viajes me los pagué yo, nunca le pedí nada a River ni a nadie», dice Mateucci, que desde hace 30 años tiene una fiambrería en Rodríguez Peña y Santa Fe.
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Sus historias son tan antológicas como sus viajes. Las comisarías son terrenos transitados por Mateucci. Y las peleas contra barras rivales también, como aquella famosa contra los hooligans ingleses en México 86: «Fue brava la pelea. Estaban los de Boca, Vélez, Chacarita y nosotros que éramos la barra de River. Eran todos grandotes los ingleses, y cagones porque salieron todos disparados. Los pibes chiquitos los corrían con las púas y le robaron los trapos. Los hinchas boquenses nunca mostraron los trapos que les habían robado a los hooligans», contó tiempo atrás al diario Los Andes.
«De todos modos, yo le tengo respeto al Tula porque es una persona que con el bombo conoció todo el mundo y es una virtud de él que yo admiro», cuenta Mateucci, que en los últimos años se transformó casi en un oráculo de los Borrachos del Tablón, sobre todo entre los más jóvenes que ven en él a una figura casi venerada por su historia en la tribuna Sívori Alta, donde sueña con volver lo antes posible.