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Un eslabón fundamental del tiempo democrático es la política. «La democracia no es posible sin política y la política es el arte de vivir en sociedad», expresó Marina Coronel. La democracia tiende a regular y establecer ciertas pautas de la convivencia social. Defender la democracia en ese sentido es proteger un sistema de gobierno, instituciones públicas que trabajan en pos de un sistema igualitario, las mismas oportunidades para todos. El sistema es débil y hoy es evidente que, a pesar de sus esfuerzos, hay desigualdad social.
«Es necesario un plan para articular todas las piezas del Estado. Hoy estamos en contexto de elecciones y un candidato propone profundizar la desigualdad disolviendo el Estado. Un discurso de odio que agudizará las desigualdades en la sociedad. Ese no es el camino hacia una construcción democrática. Insisto, el odio no es el camino para la construcción democrática de la sociedad», despeja y aclara Marina.
Libro en mano para el año próximo
La poeta Marina Coronel es de Resistencia, Chaco. Fundó el café literario «Oral», dictó talleres literarios y es cofundadora del taller «Metamorfosis». Obtuvo el primer y segundo premio en poesía en el concurso literario provincial «Alfredo Veiravé» (2006). Participó de la antología poética de autores jóvenes, chaqueños y correntinos Ida y vuelta (Ananga Ranga, Cencerro 2007), La antología poética Poesía chaqueña, Entre la tradición y la vanguardia (Kram 2009). Publicó el poemario Bocas que no saben (Ananga Ranga 2009).
Sus textos fueron seleccionados por el Plan Provincial de Lectura para formar parte de la antología Voces del Chaco (Contexto 2013). Desde la pandemia viene preparando un nuevo libro que espera que salga a la luz en 2024. En él trabajó por primera vez sobre la religiosidad popular, donde presta su voz poética a personajes disímiles entre sí que han interpelado su ser como poeta. Realizó una fuerte investigación para mojarse los pies con el tema y llegar al fondo: estudió, hizo entrevistas y recorrió algunos lugares para conocer a las personas de manera directa. «De alguna manera ahora, tomando distancia con el trabajo, puedo contar que en algunos aspectos estoy reflejada en estos poemas inéditos», confesó.
En otra faceta, Marina lleva adelante junto a la poeta Estefanía Ceballos el ciclo Poesía Guasú, que comenzó en el Chaco pero ya realizó rondas de lectura con poetas tanto en la ciudad de Resistencia como en Corrientes. En este ciclo participaron también poetas de nivel nacional. «Junto a Estefanía y al equipo de trabajo estamos muy contentas por la gente que se ha sumado y que quiere participar en este ciclo. Es maravilloso. Es alta la demanda de quienes se ponen en contacto para participar», comentó. «Defendemos mucho el espacio como un intercambio de poetas locales con otros poetas del país».
Para que la palabra sea valorada
Al comienzo de la charla poníamos de relieve un aspecto de la democracia, la desigualdad social, también el discurso de un candidato que propone eliminar varias arterias del sistema de gobierno que rige la vida democrática. En ese sentido, las poetas Marina y Estefanía proponen un ciclo que vuelve a poner la poesía en primer lugar, con poetas que ponen el cuerpo para decir sus verdades.
En otros tiempos, como bajo la última dictadura militar, hubo poetas desaparecidos, como el gran poeta Francisco «Paco» Urondo. La palabra se hace cuerpo en estos tiempos. Las poetas construyeron un espacio donde la palabra es valorada, donde no hay lugar para los discursos de odio ni de violencia. En su casa, Mariana tiene un cartel: Lo poético es político. «Estoy convencida de esta afirmación», desliza. «Lo poético está ligado a lo político. Hay una postura, una visión y una forma de encarar el mundo que se filtra en la forma en la que escribe cada poeta. Ningún poeta se despega de su realidad. Tenemos los poetas un compromiso ético, poético y estético con la palabra».
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Derechos humanos
La Argentina está a la vanguardia de la lucha por los derechos humanos, un signo democrático. En estos 40 años de Democracia hubo avances y retrocesos, desde la apertura de los juicios a las Juntas militares y los responsables de la última dictadura militar; pudieron esclarecerse varios casos silenciados hasta nuestros días. Se han llevado juicios contra el propio Estado, que comenzó a reconocer y visibilizar a las distintas comunidades ancestrales de este territorio, incluso antes de la conformación de un Estado argentino. «Estas acciones –agrega Marina Coronel– se extendieron a la apertura, a la diversidad sexual y a la comunidad aborigen. En estos aspectos hemos crecido como seres democráticos».
La charla con Marina también reveló un poema que dedicó al gran escritor Rodolfo Walsh, cuya obra conoció cuando en el colegio secundario leyeron la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. Cuando hablamos sobre una imagen que represente para ella estos 40 años de Democracia en el Chaco, no dudó en escoger una foto del Juicio por la Verdad de la Masacre de Napalpí. «Este juicio me parece una buena síntesis de una deuda que tenía el Estado justamente con los pueblos originarios y que fue posible gracias a un sistema democrático de gobierno», cerró.
Ese hombre
Por Marina Coronel
El hombre amansado en la tarde o en la noche de su dolorse desencadena de su bocala voz se le estira hasta la palabray es lo mudo lo que le cuestaacostumbrarse a paladear cenizasa rumiar ortigas bajo la lenguatal vez se obligue a matar la sorpresacon un tiro de gracia en la nucao entre los ojosque es lo mismocansado de vomitar ayeres meterá el dedo en el gritoy rascará con automatismo de locolas urgencias abrirá la garganta por completopara tragarse la muertede memoria