El candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, y su contrincante de La Libertad Avanza, Javier Milei, afrontarán este domingo un desafío determinante antes de lanzarse al final de la campaña proselitista, con vistas al balotaje que ambos disputarán este domingo 19 de noviembre desde las 21 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Massa, ministro de Economía de una Argentina con una inflación que acumula un 120 por ciento en lo que va del año, y Milei, «paladín anti-sistema» que terminó aliándose con Mauricio Macri protagonizarán este domingo un debate clave de cara al acto electoral que se avecina.
Se trata de un acontecimiento que podría inclinar el voto de quienes aún permanecen indecisos hacia un lado o el otro de las dos propuestas en pugna en el cuarto oscuro, de igual modo que persuadir o no a aquellos que planean darle la espalda a la convocatoria a las urnas para que revean esa postura y participen de los comicios, resistiendo a la tentación de salir de paseo en el penúltimo fin de semana largo del año antes de las fiestas.
Massa y Milei se enfrentarán en un debate que planteará objetivos similares para ambos. En primer lugar, terminar de fidelizar a sus seguidores e intentar seducir al votante de centro y de perfil moderado que, en el tramo decisivo de actual campaña, volvió a toparse con el dilema de la «grieta» antes de unas elecciones presidenciales: un escenario que resurgió en el país especialmente tras el acuerdo que sellaron Macri y el fundador de La Libertad Avanza (LLA).
Además, tanto el candidato de Unión por la Patria (UxP) como el diputado nacional y economista libertario deberán mostrarse sólidos, convincentes en sus discursos, en el encuentro desde las 21 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Quien se equivoque sin lugar a dudas saldrá perdiendo, en vísperas de unas elecciones en las que el voto que se decide en función de los sentimientos podría alcanzar una injerencia cardinal en el resultado del balotaje: pocas veces se ha visto en la historia reciente en la Argentina un escenario tan marcado por emociones como hartazgo, por un lado, y miedo, por el otro.
En una segunda vuelta electoral, en la que cada voto suma de un lado tanto como resta del otro, sea cual fuera la cantidad de gente que finalmente opte por disfrutar del fin de semana largo lejos de los centros de sufragio, esa decisión también podría influir en el resultado de los comicios, no solamente la economía, la espiral inflacionaria en la Argentina o las polémicas en torno a la compraventa de órganos, la libre portación de armas y/o la eventual transformación de los clubes de fútbol en sociedades anónimas deportivas si gana Milei, como se discute por estas horas.